El 13 de abril de 2029, el asteroide Apophis realizará su recorrido a tan sólo 31.000 kilómetros de la superficie de la Tierra. Apophis, que tiene unos 300 metros de tamaño, pasará por debajo de la órbita de los satélites estacionarios de telecomunicaciones, y será visible a simple vista en el cielo de Europa y África.
La ESA (la Agencia Espacial Europea en sus siglas en inglés) quiere estudiar este evento y para ello está promoviendo la realización de RAMSES, una misión espacial que tiene como finalidad estudiar el asteroide antes de su paso cercano a la Tierra y seguirlo durante su alejamiento. En estos momentos, RAMSES se encuentra en su fase de planteamiento y de estudio, una fase en la que está participando el equipo de Ciencias Planetarias del grupo de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Alicante. RAMSES emitiría imágenes prácticamente en directo del acercamiento de Apohis.
“Si bien el paso de Apophis no representará ningún peligro para la Tierra, ni para esos satélites, se trata de un evento extremadamente raro, que ocurre de media una vez cada 7.500 años, y que nos recuerda que debemos vigilar constantemente los cielos para descubrir potenciales riesgos de impacto por otros asteroides”, explica Adriano Campo Bagatin, coordinador del equipo de Ciencias Planetarias en el Instituto Universitario de Física Aplicada a las Ciencias y las Tecnologías (IUFACyT) de la UA.
Campo Bagatin participó el pasado mes en el congreso ‘APOPHIS T-5’, que se celebró en ESTEC (Paises Bajos), una de las sedes de la Agencia Espacial Europea (ESA), donde se expuso la necesidad de aprovechar este evento único para estudiar cómo responden estos asteroides cuando se acercan a la Tierra de manera tan extrema: “Este conocimiento es fundamental para elaborar estrategias de defensa en el caso que sea necesario, en algún momento, desviar un asteroide que esté en una ruta de colisión con nuestro planeta”. Además, tal y como destaca el investigador, es posible realizar esta misión espacial con tan poco tiempo de antelación, gracias a que no hay que construir una sonda espacial de cero porque el material es el mismo que el de la misión Hera, también de la ESA, que se lanzará este próximo mes de octubre.
Este evento es una oportunidad única para comprobar qué efectos tiene un acercamiento tan cercano sobre la estructura de estos cuerpos celestes. El investigador explica que, por este motivo, la sonda espacial de la NASA, OSIRIS-Rex, que visitó al asteroide Bennu en 2018, ha visto su misión extendida para alcanzar a Apophis en su acercamiento en 2029, tomando así la denominación de OSIRIS-APEX. “Desafortunadamente, APEX solo podrá acercarse a Apophis después de su acercamiento a la Tierra”, señala el profesor Campo Bagatin.
La misión RAMSES entra dentro de la estrategia de defensa planetaria que la ESA, en colaboración con otras agencias espaciales internacionales, como NASA. Sin embargo, la realización de RAMSES pende de un hilo, ya que depende de la financiación de los países interesados en desarrollarla. “Ahora, más que nunca, es necesario traducir en hechos esas afirmaciones de impulso a la ciencia que se hicieron tan virales durante la pandemia. España puede contribuir de manera sustancial a esta misión, ya que numerosos grupos de investigación están involucrados en ella, así como varias empresas de la industria aeroespacial. Y es una ocasión única que deberíamos aprovechar, porque esperar 7.500 años para otro evento de este tipo, no parece una opción razonable”, afirma Adriano Campo Bagatin.