Investigadores revelan los efectos meteorológicos de un eclipse solar en la Antártica

Se analizaron los cambios experimentados por variables meteorológicas como temperatura del aire y la superficie, el viento, la presión atmosférica y la radiación durante el eclipse solar.

Un estudio desarrollado por investigadores de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, del Departamento de Geofísica y del Departamento de Astronomía, analizó la compleja relación entre la cobertura del eclipse, los niveles de radiación y la disminución de la temperatura.

Los resultados de esta investigación fueron dados a conocer en el Boletín de la Sociedad Meteorologica Americana (BAMS), publicación que “se reserva para trabajos novedosos y de interés para colegas en el amplio espectro de las ciencias atmosféricas”, destaca el profesor René Garreaud.

El trabajo fue escrito por los académicos del Departamentos de Geofísica (DGF) y del Departamento de Astronomía (DAS) de la U. de Chile René Garreaud, Ricardo Muñoz, Roberto Rondanelli, y Patricio Rojo, junto a las y los investigadores Deniz Bozkurt, Carl Spangrude, Tomás Carrasco-Escaff, Xavier M. Jubier, Matthew Lazzara y Linda Keller.

El artículo, titulado “Cooling the Coldest Continent: The 4 December 2021 Total Solar Eclipse over Antarctica” (“Enfriamiento del continente más frío: eclipse solar total sobre la Antártida del 4 de diciembre de 2021”), analizó los cambios experimentados por variables meteorológicas como temperatura del aire y la superficie, el viento, la presión atmosférica y la radiación durante el eclipse solar. “Nos llamó la atención el débil enfriamiento, inferior a 3°C, en lugares donde el eclipse fue total en comparación con otras zonas donde el eclipse fue parcial y la temperatura disminuyó hasta 6°C en unos pocos minutos”, comenta el profesor René Garreaud respecto a uno de los hallazgos de esta investigación. 

“Esto nos llevó a estudiar el balance de energía superficial y nos permitió descubrir que la altura del sol sobre el horizonte, al momento del eclipse, resultó ser tan importante como el grado de oscuridad, pues determinó la pérdida de radiación solar durante el evento”, explica el académico, quien advierte que a esta conclusión se sumaron nuevas interrogantes relacionadas con el enfriamiento superficial ocurrido el 4 de diciembre de 2021.

“Eso ya no lo podíamos responder con un modelo simple, por lo que pedimos ayuda a un grupo de investigación de Estados Unidos y al académico de la Universidad de Valparaíso y del CR2, Deniz Bozkurt, para realizar una comparación entre las condiciones meteorológicas con y sin eclipse, a través de un modelo meteorológico completo. Fue así como descubrimos que factores como el viento y la altura de la capa límite atmosférica también habían sido determinantes en la disminución de la temperatura durante el eclipse”, señala.

El equipo de la U. de Chile analizó los cambios experimentados por variables meteorológicas como temperatura del aire y la superficie, el viento, la presión atmosférica y la radiación durante el eclipse solar ocurrido el 4 de diciembre de 2021. Foto: U. de Chile.

Consultado acerca del aporte de la astronomía para lograr los resultados documentados en la publicación, el profesor Patricio Rojo, menciona que, “aunque la Tierra no es el único planeta que presenta el fenómeno de eclipses ni el único planeta con atmósferas, por ahora sí es el único planeta en que se puede estudiar ‘desde dentro’ la interacción atmósfera-eclipse”.

Por otra parte, enfatiza la importancia de la interdisciplina. “Entre todos los planetas conocidos en el universo, uno destaca especialmente: nuestra Tierra. Es por eso que las ciencias planetarias, como subdisciplinas de la astronomía, deben utilizar la gran referencia de los descubrimientos de ramas de las ciencias de la Tierra, como la geología y la geofísica, para contextualizar lo observado en otros mundos”, sostiene. “La atmósfera antártica, en particular, es el más cercano análogo terrestre a todas las otras instancias de eclipses en nuestro Sistema Solar y los resultados de esta publicación permitirán restringir modelos para comprender este fenómeno en otros mundos”, manifiesta.

Sobre este último punto, el profesor René Garreaud afirma que la colaboración y la interdisciplina plasmadas en el trabajo fueron claves para lograr su publicación en una revista como BAMS. “BAMS es considerada un emblema de la prestigiosa Sociedad Americana de Meteorología, y se reserva para trabajos novedosos y de interés para colegas en el amplio espectro de las ciencias atmosféricas” destaca. “Más allá de los resultados científicos de este proyecto, todo lo que hicimos después del eclipse de 2021 fue gracias a la colaboración de un grupo internacional e interdisciplinario de personas muy dispuestas a aportar en ese esfuerzo”, agrega el académico del Departamento de Geofísica de la U. de Chile.

La elaboración del artículo fue posible gracias a la beca RT70-20 del XXVI Concurso Nacional de Proyectos de investigación Científica y Tecnológica Antártica 2020 del Instituto Antártico Chileno (INACH), el cual apoyó el viaje de una delegación científica a la Antártica para observar el eclipse del 4 de diciembre de 2021 desde la Estación Polar Científica Conjunta (EPCC), ubicada en el Glaciar Unión, en el Polo Sur.