Tras cerca de veinte años el parral que alberga medio centenar de variedades históricas de la uva de mesa almeriense precisaba una actuación encaminada a asegurar su continuidad. Así, un grupo de voluntarios agroambientales ha colaborado en la supervivencia del parral, el cual se instaló gracias a la cesión de unos terrenos por parte del Ayuntamiento de Terque, por iniciativa del Grupo Ecologista Mediterráneo y del Museo de la Uva del Barco de Terque y con la cooperación de Cajamar Caja Rural.
En los últimos años, debido a la escasez de recursos disponibles por parte del consistorio terqueño, se ha producido un progresivo deterioro, fundamentalmente a causa de una deficitaria labor de mantenimiento, lo que ha llevado al GEM a llevar a cabo una actuación de emergencia para garantizar la supervivencia de las parras.
Para esta acción el grupo ecologista almeriense ha contado con la colaboración esencial de lo que denominamos ‘voluntarios agroambientales’, un grupo de viejos parraleros, casi todos de edad avanzada, que consideramos los verdaderos artífices del proyecto de recuperación de las variedades históricas de uvas de Almería que, en muchos casos, estaban en serio riesgo de desaparición por la introducción de nuevas variedades y el progresivo abandono de cultivos.
En ese grupo de voluntarios agroambientales se integran veteranos del cultivo del parral como Sebastián Marín o Eleuterio Manuel, ambos de Alhama, los hermanos Sánchez y su padre Laureano (este último de 102 años), de Huécija, Jacinto Gil Ayala de Ventarique y otros procedentes de Terque. Muchos de ellos superan los noventa años, pero siguen al frente de sus parrales y atesoran una impagable experiencia en el manejo de las plantas.
A lo largo de la mañana, y con la colaboración del responsable del Museo de la Uva del Barco de Terque, Alejandro Buendía, los parraleros y los voluntarios del Grupo Ecologista Mediterráneo, liderados por el responsable del proyecto, Antonio Rubio Casanova, han realizado labores de aseo del parral, de poda de las plantas existentes en este auténtico ‘banco biológico’ y de mejora del entorno para mejorar su estado de conservación y permitir que esas parras, verdaderos ‘tesoros’ de la rica biodiversidad de la provincia, puedan seguir viviendo y permitiendo la permanencia de especies únicas en nuestra provincia.
El GEM lleva más de veinte años trabajando en el proyecto ‘Biodiversidad Domesticada’, un plan de actuaciones de rescate de las variedades históricas de uva de mesa de Almería que ha permitido ya el rescate de más de un centenar de variedades.
Pero la uva de mesa no es el único objetivo ya que se realiza una labor similar con variedades hortícolas, como el Garaguijo, una habichuela que llega a medir más de un metro, el ‘melón pepino’ que tiene la virtud de autor recolectarse desprendiéndose espontáneamente de la mata en su punto justo de madurez, el panizo o la zanahoria negra, las peretas o las cerezas ‘de a onza’, entre otras muchas especies vegetales que han alimentado a los almerienses a lo largo de los siglos.
El Grupo pretende dar un nuevo impulso a este tipo de actuaciones y para ello buscará el apoyo tanto de instituciones como la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial (que desde hace años participa activamente en el reparto de parras de variedades históricas de una de mesa de Almería, que ha distribuido ya en la provincia cerca de 20.000 ejemplares de esas parras) o de los ayuntamientos en los que se realizan este tipo de acciones.
También tocarán a la puerta de empresas almerienses como Cajamar, ÚNICA Group, Agrobío, BiosolPortocarrero o la Autoridad Portuaria de Almería, que ya han colaborado con anterioridad en este trabajo de rescate de la biodiversidad ‘cultivada’ de la provincia.