Premio a ‘Mejor Startup’ del Consejo Social de la UAL para una empresa de microalgas

Microalgas ricas en proteínas para consumo humano y con la garantía de ser cien por cien sostenible, ecológica y de kilómetro 0. Es el resultado final de la actividad de Alma, el proyecto que ha ganado el Premio del Consejo Social de la Universidad de Almería a la ‘spin-off, startup o patente 2022’, enmarcado en la Feria de las Ideas de la UAL. Sus creadores son Abelardo Campra, Marta Barceló y Luis García y han hecho de la pasión por la investigación y la agricultura un objetivo común que ahora ha obtenido el espaldarazo definitivo para que su producto pueda salir al mercado a finales de septiembre.

Abelardo Campra, uno de los creadores de Alma.

“Ofreceremos nuestras bolsas en tres formatos, hebras, polvo y pastillas, que es lo que demanda el mercado actual. Contamos ya con una red comercial de 150 intermediarios, pudiendo encontrarla tanto en Almería, Granada, Málaga, Madrid, Barcelona y Bilbao. Tenemos nuestra propia página web y nuestra marca desarrollada y desde finales del mes de septiembre estamos ya en el mercado”, destaca Abelardo Campra.

Qué microalga emplean para fabricar estos productos

Tal y como detalla uno de los tres fundadores de Alma, para la preparación de estos productos emplean la espirulina, “una microalga catalogada por la Organización Mundial de la Salud como un superalimento que contiene un porcentaje de proteína del 70%, que es uno de los porcentajes más altos dentro de los alimentos de origen vegetal. Nosotros cultivamos una cepa a escala laboratorio y esa cepa la acabamos escalando en unas piscinas llamadas ‘raceway’. Ahí es donde el alga vive durante varias semanas y cuando está lo suficientemente densa la transformamos para consumo humano”.

La sociedad actual valora cada vez más este tipo de complementos y son muchos los productos que pueden encontrarse en el mercado, aunque Alma ofrece una garantía fundamental en comparación con otros productores.

De dónde llegan las microalgas que se consumen en España y en Europa

En España y en Europa hay un problema y es que la gran mayoría de espirulina y otras microalgas vienen importadas de Asia, con unas condiciones de calidad y trazabilidad del producto que son inaceptables para el consumidor actual. Por lo tanto, desde Alma proponemos una espirulina cien por cien sostenible, ecológica y de kilómetro 0, es decir, la creamos aquí. Nos diferencia por tanto la calidad del producto, porque la espirulina testeada de Asia viene con metales pesados y eso es porque se desarrollan en aguas residuales y eso nos diferencia de los grandes distribuidores de Europa”.

Por tanto, no es sólo el qué, sino el cómo. “Nuestro proceso es altamente sostenible y de economía circular ya que el 99% del agua que sacamos para filtrar el alga y para transformarla para consumo humano después es totalmente recirculada al reactor. Por lo tanto, el gasto es minúsculo”. La joven empresa también continúa realizando investigaciones en otras líneas, porque tal y como explica Abelardo Campra, “actualmente también estamos desarrollando en nuestro laboratorio, en nuestra planta de producción en Gádor, otros productos con otras microalgas como chlorella”.

Los creadores de Alma, por voz de Campra valoran el reconocimiento del Consejo Social de la UAL como la inyección de ánimo y financiera definitiva. “Poder participar en la Feria de las Ideas fue una muy buena experiencia, porque además de conocer a otros buenos emprendedores nos permitió entrar en contacto con el mundo de la financiación, con otros empresarios que ofrecieron charlas, talleres con especialistas en marketing o ventas… Ganar el premio del Consejo Social fue una importante inyección tanto de moral como de capital. A nosotros nos ha ayudado con el laboratorio porque nos ha permitido suplir alguno de los elementos y también con la difusión y reputación que da el haber ganado este reconocimiento”.