Los universitarios son “centauros digitales” y como tales, al empaparse de las últimas tecnologías, harán uso de la inteligencia artificial generativa. Y como los alumnos, el resto de la comunidad educativa. El reto es conseguir que la utilicen de forma responsable, sin sustituir su talento.
Con este objetivo se ha organizado en la Universidad de Málaga una jornada titulada ‘Inteligencia artificial generativa y docencia: ¿Qué vas a hacer?’, que ha contado con una nutrida asistencia de profesores y personal de la comunidad universitaria. Organizada por los vicerrectorados de Estudios y Personal Docente e Investigador y el Servicio de Formación, se ha celebrado en el Complejo de Estudios Sociales y de Comercio, y ante el interés que ha suscitado el uso del ChatGPT en el ámbito educativo, los convocantes han prometido más ediciones.
Porque la inteligencia artificial generativa (ChatGPT) ha venido para quedarse y para crecer exponencialmente en los próximos meses, y en eso están todos de acuerdo. El sector educativo no va a ser una excepción. Por eso es importante promover el uso responsable de esta herramienta, para utilizarla como forma de ayuda en el aprendizaje y para generar contenidos, tareas o pruebas en el ámbito docente.
Así lo ha explicado el vicerrector de Estudios de la UMA, Ernesto Pimentel, en la inauguración de la jornada, en un acto en el que le han acompañado el vicerrector de PDI, Tomás Cordero; los decanos de Estudios Sociales y del Trabajo y Comercio y Gestión -Ana Rosa del Águila y Benjamín del Alcázar- y Faraón Llorens, catedrático del Departamento de Ciencias de la Computación y de Inteligencia Artificial de la Universidad de Alicante, quien ha pronunciado la conferencia titulada ‘El Rey va desnudo. Replanteando los trabajos académicos en la Universidad’.
Qué escenario habrá en los próximos años
Llorens ha dibujado el escenario en el que nos encontramos: Las herramientas de inteligencia artificial pueden generar contenido original y personalizado en contextos educativos, mejorando la retroalimentación y automatizando tareas. Es importante utilizarlas de manera responsable y considerar si las actividades evaluativas responden a aprendizajes verdaderamente relevantes para el alumnado. En consecuencia, será conveniente detectar las posibilidades de utilizar estas herramientas para fomentar habilidades críticas, analíticas y éticas.
Se trata de un mundo, el de la inteligencia artificial generativa, que está empezando a mostrarse, por lo que, según los expertos, todavía es difícil ponerle coto. ¿Cuántos de nosotros somos capaces de distinguir un texto elaborado por la inteligencia humana respecto a uno producido por la inteligencia artificial? Lo ideal es combinarlas, evitar el uso fraudulento de la IA, respetar los derechos de autoría e incluso evitar la brecha digital.
En suma, conocer las capacidades y limitaciones que incorpora el ChatGPT, para lo que hay que reflexionar sobre los desafíos que presenta esta tecnología. Los asistentes a la jornada de la UMA de hoy así lo han hecho, y tras la conferencia de Llorens han participado en un debate en el que han expuesto sus experiencias, sus dudas y sus esperanzas en el buen uso de la tecnología.