El sistema de códigos QR patentado por la Universidad de Málaga para no quedarse sin sitio en la biblioteca

Un equipo de investigación de la Universidad de Málaga ha patentado un sistema que emplea códigos QR y geolocalización para reservar sitio en bibliotecas. La invención, testada en la Biblioteca de la Universidad de Málaga, puede emplearse en otros espacios públicos como las aulas académicas y sirve para que las entidades gestionen el número de personas que acceden a determinadas instalaciones e identificarlas.

Biblioteca de la Universidad de Málaga.

Anteriormente, la biblioteca de la Universidad de Málaga empleaba tarjetas MIFARE, un sistema que controla el acceso a edificios. Para utilizarla, el estudiante acercaba su acreditación a un lector ubicado en la entrada de la biblioteca y éste le indicaba si había sitio o no. “Este método presentaba algunas limitaciones. Por ejemplo, al alumnado se le podía olvidar la tarjeta de acceso y tenía que recargarla periódicamente. Tampoco permitía saber dónde se sienta cada persona o dónde estaba el espacio disponible”, explica a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Málaga Francisco Guzmán.

Para mejorar este sistema, agilizar los procesos y reducir el plástico empleado, los científicos proponen la patente ‘Sistema de gestión de ocupación de espacios en tiempo real’, que emplea, por un lado, una aplicación móvil y, por otro lado, códigos QR con geolocalización. Al escanearlos, el lector de la cámara del teléfono ‘descifra’ la imagen y la información activa una acción, como una alerta o una notificación para reservar el espacio, en la plataforma desarrollada por los investigadores.

Cómo se ha desarrollado la herramienta que gestiona el aforo códigos QR

Los expertos primero desarrollaron la aplicación móvil y realizaron un plano de la biblioteca de la Universidad de Málaga con una herramienta que se emplea habitualmente en arquitectura. Con esta plataforma, que identifica al estudiante con nombre y apellidos, éste puede consultar en tiempo real y a distancia qué lugares están libres y formalizar la reserva del espacio a una hora concreta. De este modo, la herramienta permite a la entidad gestora del espacio saber quién se sienta en qué mesa, durante cuánto tiempo y cuándo vuelve a dejar libre el espacio.

Por otro lado, en las mesas de la biblioteca, con un aforo de 8 personas cada una, se instaló un código QR con geolocalizador. Al escanearlo con la aplicación móvil in situ, el estudiante puede reservar su sitio y emplearlo durante un tiempo indefinido. Cuando se marcha, el geolocalizador detecta que el teléfono se aleja y, a los cinco minutos, vuelve a señalar ese espacio como disponible en la aplicación.

De este modo, si el estudiante está en casa o en clase y quiere reservar sitio en la biblioteca, puede gestionar la reserva por sí mismo desde su teléfono. Luego, cuando llega a su espacio, escanea el código para que el móvil ‘se conecte’ con el geolocalizador del QR. “Así, esta herramienta ‘sabe’ que el dispositivo está en la mesa. Por eso, cuando éste se aleja más de cinco minutos, identifica que el alumno se ha marchado”, explica Francisco Guzmán.

Los investigadores del grupo BIBLIO-SMART del Instituto de domótica y eficiencia energética de la Universidad de Málaga probaron este sistema en la biblioteca de esta misma institución durante el periodo de un mes con resultados favorables, aunque no se ha implementado de manera definitiva. Así, la patente ya se encuentra disponible a escala de aplicación.

Este trabajo ha sido financiado con fondos propios del grupo de investigación BIBLIO-SMART de la Universidad de Málaga.