El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén ha iniciado un nuevo proyecto, denominado ‘Análisis geoquímicos para la investigación y puesta en valor de los mosaicos romanos del Valle del Alto Guadalquivir (GeoChem-Mos)’, con el que pretende ampliar el nivel de conocimiento sobre el importante conjunto de mosaicos romanos del Alto Guadalquivir datados entre los siglos II y V d.C. y que actualmente se hayan en los museos de Jaén, Linares, y en diversos lugares arqueológicos de la provincia jiennense.
Entre éstos, destacan especialmente los mosaicos de la villa de Bruñel (Quesada), de Cástulo y Casablanca (Linares), de la Villa de Fuente de la Peñuela (Santisteban del Puerto), de Marroquíes Altos (Jaén) o de la Villa del Altillo (Rus).
Qué se va a estudiar sobre estos mosaicos romanos emblemáticos
Sobre los objetivos concretos que se han planteado, están la identificación de materias primas (piedra, vidrio, cerámica), agentes cromóforos y opacificantes empleados en la fabricación de los mosaicos y la evolución de su uso en el espacio y en el tiempo. A lo anterior habría que sumar otros aspectos de gran importancia como son la mejora del conocimiento sobre los procesos de trabajo implicados y la definición con más detalle de un taller de ejecución de mosaicos en el valle del Alto Guadalquivir.
Finalmente, el proyecto evaluará las alteraciones físicas y químicas sufridas por los mosaicos para que puedan realizarse propuestas oportunas de conservación y/o restauración. “En definitiva, se trata de aumentar el conocimiento de estos conjuntos patrimoniales para que, a través de una ambiciosa actividad de difusión, consolidarlos como referente científico para la comunidad investigadora y como atractivo turístico, cultural e identitario para la ciudadanía”, indica Alberto Sánchez Vizcaíno, investigador responsable.
El proyecto, que tiene un carácter arqueométrico, se desarrollará en dos fases. La primera será la generación de fotografías de alta resolución en cada mosaico para dirigir el desarrollo de los análisis físico-químicos y para potenciar la difusión de los resultados. La segunda fase estará centrada en análisis mineralógicos y elementales, tanto in situ como sobre teselas sueltas, aplicando análisis ópticos en láminas delgadas, micro-espectroscopía Raman y fluorescencia de rayos X.
El proyecto tiene además un marcado perfil internacional ya que, además de contar con la participación de investigadores del Instituto de Arqueología Ibérica y del Departamento de Química Física y Analítica de la Universidad de Jaén, cuenta con la colaboración de los Departamentos de Arqueología y de Química de la Universidad de Gante (Bélgica). Tiene una duración de 3 años y cuenta con una financiación de 109.040 euros por parte de la Junta de Andalucía en el marco del Plan Andaluz de Investigación en la modalidad de Proyectos de investigación orientados a los retos de la sociedad.