La Universidad de Almería (UAL) acoge la Jornada sobre Investigación e Intervención en el ámbito del Trabajo Social y la Psicología con perspectiva de género, con un análisis de la eficacia de los mensajes y las acciones en pos de la igualdad real.
La catedrática de Psicología Social de la UAL, Isabel Cuadrado Guirado, ha partido de la base de que “que se pongan en marcha distintos tipos de organizaciones y de instituciones destinadas a crear concienciación social sobre la paridad y la igualdad real y efectiva, es muy importante, pero sin embargo nos encontramos en la tesitura de que a veces estos mensajes no tienen los efectos deseados”.
También como punto de partida ha definido como “básico” el “agradecer a nuestras predecesoras, algunas se dejaron la vida en ello, todos los avances en las conquistas sociales”, dicho de un modo textual: “Si comparamos la situación actual de las mujeres en España con la que tenían cuatro o cinco décadas atrás, con el permiso del hombre siendo necesario para todo, el acceso a la educación estando muy limitado, al trabajo… los avances son notables en numerosos ámbitos, educativo, laboral, social, económico…”.
No obstante, ha recordado que “vamos a seguir en la lucha por la igualdad”, añadiendo que “tiene que ser relativamente potente; no podemos relajarnos, porque todavía las mujeres seguimos estando en muchos ámbitos a la intemperie y sigue haciendo frio”. Así, es claro el hecho de que “en la actualidad todavía persisten las desigualdades, y uno de los ámbitos donde más se evidencia es en el laboral precisamente, con términos como brecha salarial o con una escasa representación femenina en puestos de responsabilidad o de liderazgo, el techo de cristal, con las mujeres ocupando puestos de trabajo más precarios y peor pagados”. Sobre ello se está investigando mucho “desde los años 60”, con trabajos “tratando de explicar el porqué de la persistencia de estas desigualdades”.
Cuadrado ha relatado que “todas han puesto de manifiesto que independientemente de los factores que se estudiaran para tratar de dar respuesta, subyacen las creencias compartidas socialmente sobre qué características supuestamente poseemos los hombres y las mujeres, que se aplican de manera indiscriminada, y eso es un poderoso efecto legitimador que sirve para justificar muchas veces la desigualdad”. En los últimos años han empezado a llevarse a cabo investigaciones destinadas a ver qué efectos están teniendo en la población las estrategias, las iniciativas, las acciones… que se llevan a cabo para fomentar la igualdad: “Mantenemos ciertos estereotipos y hay que tratar de moderar su influencia”. Ha puesto la alerta sobre que “hay muchos mensajes con contenidos acerca de igualdad, tema muy potente, pero con la intención no es suficiente, y se ha visto en los estudios que hay personas que cuando reciben esta información, la rechazan”.
Es una cuestión clave sobre la que ha matizado: “Se produce lo que llamamos ‘alta reactancia’, ya que son opiniones contrarias a sus actitudes, se ponen a la defensiva y además refuerzan sus actitudes previas, así que se consigue el efecto contrario al que se está buscando”. Es por ello que hay que “desarrollar intervenciones que concienciación acerca de la desigualdad que todavía persiste y que eviten actitudes defensivas”. Ha descrito su propio trabajo de investigación, con el que su equipo ha encontrado que “no están todas las piezas en la literatura, nos encontramos con mensajes parciales, no un dibujo completo”.