La sede del Instituto Cervantes se tiñó hoy de color morado para celebrar el 8-M con cuatro legados de otras tantas mujeres destacadas: Carmen Caffarel (1953), Carmen de Burgos (1867-1932), María Lejárraga (1874-1974) y María Zambrano (1904-1991). Un acto festivo y de reconocimiento en el Día Internacional de la Mujer que clausuró la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.
El director del Instituto, Luis García Montero, que abrió la sesión, dijo que “el feminismo es también un compromiso de los hombres” y aludió a la unidad que debe envolver este movimiento: “Es importante reconocer las cosas que nos unen si queremos progresar, los valores del feminismo y de la igualdad son algo que debe unir a todos los partidarios del compromiso con el futuro”, sentenció.
García Montero, que en este día especial quiso ceder el protagonismo a las mujeres, destacó la labor de la primera de las cuatro homenajeadas, la catedrática Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes entre 2007 y 2012. De la única mujer que ha dirigido la institución desde su creación en 1991 destacó la publicación de la primera Guía de comunicación no Sexista (editorial Debate), reeditada con motivo del 30.º aniversario del Cervantes, o su labor por la conciliación familiar de la plantilla, donde hoy la mayoría de las direcciones de área las ocupan mujeres: “Estamos en buenas manos”, declaró.
Caffarel, emocionada por un acto en el que también se recordó a “tres mujeres poco estudiadas y poco reconocidas”, dejó en la caja número 1260 su tesis doctoral original, titulada La labor periodística de Ortega Munilla, un libro inédito que escribió en los comienzos de su trayectoria profesional y universitaria, sobre el padre del pensador José Ortega y Gasset.
Acompañada por Carmen Noguero, secretaria general del Instituto, Caffarel, doctora en Filosofía y Letras y catedrática de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), también depositó el libro Hacia la Radio Televisión Española de los ciudadanos, que resume su labor como directora general de RTVE entre 2004 y 2007, un cargo en que fue recibida con paternalismo protector porque “ser mujer y catedrática era un hándicap”.
Legados “in memoriam” contra el olvido
A continuación, los legados “in memoriam” de las otras tres protagonistas de hoy, cuyo reconocimiento es aún insuficiente, fueron depositados por otras mujeres relacionadas con aquellas, que presentaron las respectivas semblanzas personales y profesionales.
La memoria de Carmen de Burgos, periodista y escritora, más conocida como Colombine, entró en la caja número 1255 de la mano de las escritoras Concepción Núñez Rey (investigadora y experta en la obra de la también traductora y pedagoga) y Lara Moreno.
Acompañadas por Raquel Caleya, directora de Cultura del Instituto, depositaron los libros de Carmen de Burgos La mujer moderna y sus derechos (una primera edición) y Peregrinaciones. Mis viajes por Europa, que contiene un epílogo de Ramón Gómez de la Serna, además de una carpeta de documentos con imágenes de momentos y textos fundamentales de su vida y obra.
También, un ejemplar facsímil del número 1 de Revista Crítica, dirigida por Colombine (1908-1909); dos tomos que contienen su obra periodística, y el volumen titulado Carmen de Burgos, Colombine, en la Edad de Plata de la Literatura Española, escrito por Núñez Rey.
La escritora y activista María de la O Lejárraga fue recordada por las escritoras Antonina Rodrigo, autora de biografías de mujeres como Federica Montseny o Mariana Pineda, y Aroa Moreno.
Depositaron el legado en la caja número 1234 acompañadas por Carmen Pastor, directora Académica del Instituto Cervantes y, como testigos, Cristina Linares, editora de Renacimiento, y Antonio González Lejárraga, sobrino nieto de la autora riojana.
Entre los libros guardados, uno titulado Una mujer por los caminos de España (Buenos Aires, 1952, ed. Losada), firmado como María Martínez Sierra, es decir, con los apellidos de su marido, gestor teatral, para quien escribió desde el más completo anonimato durante lustros, incluso después de su separación matrimonial.
Finalmente, depositaron el legado de la filósofa malagueña María Zambrano María Dolores Villarreal, de la Fundación María Zambrano, y la politóloga Cristina Monge, acompañadas por María José Gálvez, directora general del Libro, y Tíscar Lara, directora de Transformación Digital del Instituto Cervantes.
En la caja número 1229 quedaron guardados diversos libros de la reconocida pensadora y ensayista, un busto con su retrato y el discurso de recepción del premio Cervantes 1988, que se concedió por primera vez a una mujer.
Los legados de hoy han sido cedidos a perpetuidad y destinados a la Biblioteca Patrimonial del Instituto Cervantes. Las cuatro nuevas cajas ocupadas en este Día de la Mujer flanquean otras dos, vacías, con sendas placas en las que se lee: “No estudio por saber más sino por ignorar menos” (Sor Juana Inés de la Cruz) y “Escribir es siempre protestar, aunque sea de uno mismo” (Ana María Matute). Con el acto de hoy, se eleva a 131 el número de legados que la antigua cámara acorazada de la sede del Instituto se convirtió en Caja de las Letras en 2007.
Clausuró la fiesta del 8-M la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien trazó una breve semblanza de cada una de las cuatro protagonistas de hoy. Todas ellas, dijo, “adelantadas a su tiempo, mujeres a las que respeto y admiro, mujeres que nos representan a todas”.
“Nos unen muchas cosas”, afirmó Yolanda Díaz: el lenguaje, el saber, la palabra, la escritura de las mujeres y “la voluntad de convertir todos los silencios en lenguaje y acción, dándole la espalda al miedo”. Elogió “ese lenguaje transformador que es el feminismo” y reclamó “una justicia feminista” capaz de denunciar la exclusión, el racismo y el odio”.