Una investigadora del Centro Oceanográfico de Málaga del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) ha formado parte de un equipo internacional de 22 expertos que acaba de publicar un trabajo en la revista Nature Communications en el que sintetizan el conocimiento actual sobre el zooplancton marino y proponen medidas para avanzar en la monitorización y estudio de estos organismos claves en los ecosistemas marinos.
El zooplancton es la principal vía de transferencia de energía de los productores primarios a niveles tróficos más altos, incluyendo las especies de interés pesquero. Además, en algunas regiones, el zooplancton contribuye a más del 85% de la exportación de carbono orgánico particulado, por lo que es clave en los ciclos biogeoquímicos y la regulación del clima.
Por qué se debe monitorizar el zooplancton
“Predecir cómo responderá el zooplancton en un clima cambiante es fundamental para comprender cómo se verán afectados estos procesos”, explica Lidia Yebra, investigadora del IEO en Málaga y coautora del trabajo. “Las observaciones sostenidas en el tiempo de variables oceánicas esenciales como es la composición y distribución del zooplancton son clave para garantizar un ecosistema saludable y productivo”, apunta la científica.
Este trabajo de revisión sintetiza el estado actual del conocimiento del zooplancton y pone en evidencia las regiones donde aún no existe información. Los científicos han realizado una exhaustiva compilación a nivel mundial, identificando 174 programas de monitoreo de zooplancton marino, el 80% de los cuales provienen del hemisferio norte. Existen grandes lagunas de conocimiento en las regiones costeras de Asia, África y América del Sur, lo que dificulta realizar proyecciones a nivel mundial sobre el papel del zooplancton en diferentes escenarios de cambio global.
“Para avanzar en la predicción del estado futuro de las redes tróficas marinas, la red global de series temporales de zooplancton debe protegerse y ampliarse”, explica Yebra.
Qué programas de monitoreo de zooplancton hay en marcha
El IEO mantiene 10 programas de monitoreo de zooplancton, los primeros iniciados hace 35 años. Con una periodicidad entre mensual y trimestral, el IEO dedica un gran esfuerzo de tiempo de infraestructuras y personal al muestreo in situ, a bordo de buques oceanográficos, en aguas nacionales del Atlántico y Mediterráneo de variables esenciales, como la abundancia, biomasa y composición del zooplancton.
“El desafío ahora es combinar las tecnologías emergentes en el muestreo y la identificación semiautomatizada del zooplancton con las series temporales tradicionales. La combinación de técnicas novedosas, experimentación y modelado es la puerta a una nueva era de investigación sobre el cambio climático con nuevos enfoques potentes para predecir el estado futuro de los recursos marinos”, apunta la científica.