Las invenciones más espectaculares pueden gestarse en cualquier lugar, no solamente en los laboratorios más avanzados. Así lo ha demostrado un grupo de estudiantes de bachillerato de Colombia, que han diseñado una pistola para captar agua en la Luna, un trabajo que ha recibido un premio de la NASA, en el concurso Human Exploration Rover Challenge (HERC) 2022.
El trabajo realizado por el semillero de investigación Mentes Ingeniando y Diseñando (MIND) con 60 estudiantes de grado décimo y once del Colegio Centro Comercial María Elisa Roncallo de Bogotá (Colombia), les dio luces sobre la posibilidad de integrar distintas funciones en una única herramienta, usar cabezales intercambiables MIND con funciones específicas, y, lo más importante, que los líquidos se puedan recoger con una esponja.
“Por supuesto cualquier esponja no nos servía, por eso imprimimos una completamente en 3D, lo que nos permitió ampliar la visión del problema y descubrir nuevos materiales y procesos, y nos planteó una posibilidad que no contemplamos en el concurso NASA HERC para recoger muestras líquidas”, afirma el estudiante Johan Andrés Ceballos, del MIND.
Cómo es la pistola para captar agua en la Luna
La herramienta para recoger líquidos lunares es muy similar a las pistolas de agua con las que juegan los niños, está compuesta por un cuerpo robusto, un cabezal poroso y flexible que permite absorber líquidos como el agua, y tres recipientes para recoger muestras de minerales (aluminio y calcio) u otros elementos presentes en la superficie lunar.
Esto permitiría conocer su origen y composición, descubrir la historia de los cuerpos celestes que nos rodean y aportar al propósito de la NASA y la Misión Artemisa de garantizar una estancia prolongada en la Luna.
Juan Felipe Segura, diseñador industrial e integrante del MIND, destaca que “el diseño se enfoca particularmente en los cabezales intercambiables, su unión y el almacenamiento de distintos tipos de muestras en el cuerpo principal de la herramienta”.
“Puede recolectar una muestra semisólida a una profundidad de 20 cm, distintas muestras sólidas de al menos de 50 ml mientras se están a bordo del Rover”.
El reto de enseñar
El diseño es el resultado del trabajo adelantado con las jóvenes bachilleres, el cual consistió en talleres de co-creación y desarrollo centrado en el modelo pedagógico STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas).
El estudiante Ceballos explica que “la educación STEAM es una nueva manera de fomentar en los estudiantes la aplicación práctica y la resolución de problemas, llevándolos a desarrollar sus habilidades científicas como la observación, el pensamiento crítico, la comunicación y el trabajo en equipo.
Al respecto, Ivon Liseth Carreño Malaver, estudiante de Diseño Industrial, menciona que “se estructuraron cuatro talleres con el propósito de acercar a las estudiantes a un proceso de diseño en el cual pudieran hacer el prototipo de una herramienta funcional”.
En el primer taller se contextualizó a las estudiantes sobre el reto que planteaba la NASA de recoger los líquidos en la Luna, las particularidades de este y los requerimientos de la herramienta.
En el segundo se les motivó a proponer sus ideas en un entorno seguro y tolerante con la frustración, que establece el error como oportunidad de exploración.
En el tercero se priorizaron las ideas de mayor potencial para su desarrollo, y en la última actividad las estudiantes y el MIND trabajaron de la mano para hacer el prototipo de la idea seleccionada, la cual fue incorporada en el diseño definitivo de la herramienta que se presentó a la NASA.
Cuáles son las ideas más relevantes de esta pistola lunar
“Entre las ideas más relevantes podemos destacar los cabezales intercambiables con funciones específicas de la herramienta, la esponja absorbente para la recolección de los líquidos y la jeringa gigante como método de inyección”, anota la estudiante Carreño.
“Uno de los mayores obstáculos en el acceso de niñas y mujeres a los campos STEAM tiene que ver con el autoconcepto y los estereotipos, pues se piensa que los hombres son más brillantes para estas profesiones”, menciona.
Este es un trabajo importante si se tiene en cuenta que en 2021 el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación estimó que solo una de cada diez mujeres estudia en la universidad y menos de 2 % elige una carrera STEM, lo cual influye en el desarrollo del país, donde la tecnología juega un papel clave para su progreso.
Por eso, con esta iniciativa el Grupo MIND aporta a la mejora de ese autoconcepto, “instalamos en las niñas la posibilidad de sus aportes en carreras como la ingeniería, el diseño o las ciencias y su relevancia en resolver problemas de alta complejidad como retos de la NASA”, concluye la estudiante Carreño.