La exposición A la calle! cumple este año su octava edición. Desde este jueves 19 de enero hasta el próximo 31, las obras de numerosos estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada pueden contemplarse en diversas localizaciones de la ciudad como el Patio del Ayuntamiento, el Palacio de Quinta Alegre, la Facultad de Traducción e Interpretación, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología y la Escuela Técnica Superior de Arquitectura.
Esta experiencia artística está planteada e impulsada desde el Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes, en concreto desde la asignatura Proyectos Escultóricos bajo la responsabilidad de los profesores y comisarios Elizaberta López Pérez y Antonio Martínez Villa. La muestra, que cuenta también con la colaboración de los departamentos de Pintura y Dibujo, recoge las últimas producciones artísticas con las que los estudiantes ponen fin a sus estudios de grado. En esta edición participan 180 artistas que exponen 300 obras.
Desde sus inicios en 2016, este proyecto ha tenido como objetivo la creación de un evento anual que perdure y contribuya a que Granada sea reconocida como un referente del arte emergente. A la calle! se suma a hacer patente el patrimonio cultural granadino, que se actualiza cada año con las creaciones de los nuevos profesionales que salen de la Facultad de Bellas Artes, revirtiéndose hacia la propia ciudad donde surgen. La muestra cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Granada que, desde sus concejalías de Cultura y Patrimonio, proporciona espacios privilegiados que permiten ese encuentro mágico entre el legado cultural e histórico de la ciudad con el arte emergente del estudiantado de la UGR. Colaboran también la OTRI, el Centro Mediterráneo, del Grupo Moraval y la Residencia de Estudiantes María Moliner, así como la Facultad de Traducción e Interpretación, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología y Escuela Técnica Superior de Arquitectura.
A la calle! refuerza este año el carácter solidario que adquirió en la edición anterior. Si en 2022 la donación de las piezas por parte de los artistas permitió ayudar a los damnificados por la erupción del volcán de La Palma, en esta edición la solidaridad y la generosidad del estudiantado al donar sus obras permitirá ayudar a las víctimas de la Guerra de Ucrania, en el marco del Proyecto Social de la UGR y su plan específico de ayuda para las víctimas de este conflicto.
En esta octava edición, explican los comisarios, “el objetivo es seguir uniendo fuerzas con instituciones internas y externas a nuestra universidad para mostrar que Granada es una ciudad cultural viva, que no sólo se nutre del pasado, sino que tiene un presente artístico activo, potente y comprometido, protagonizado por jóvenes con una preparación excepcional, dispuestos/as a ofrecer el resultado de su trabajo y hacerlo dialogar con la historia y con la actualidad más inmediata, en este caso, el conflicto en Ucrania”. Los 180 estudiantes que participan en esta edición son, un año más, ejemplo e inspiración y muestran una profesionalidad y capacidad de trabajo admirables como artistas emergentes. Además, una treintena de ellos actúa como comisarios, haciendo una labor ingente de organización, coordinación y difusión. Esta es, explica Elizaberta López, “una de las mayores fortalezas de este evento, con obras que transitan desde el reconocimiento de lo íntimo a las expresiones que se derivan hacia el arte público y relacional, y dentro de un concepto expandido que no pone límites entre el dibujo, la pintura y/o la escultura”.
Una de las novedades de esta edición ha sido la celebración del curso del Centro Mediterráneo A la calle! Proyecto social. Comisariado de exposición de obra de arte y su comercialización, donde el estudiantado ha podido disfrutar de conferencias impartidas por profesores e investigadores expertos vinculados a la Universidad de Granada y artistas colaboradores que les ha permitido “acercarse al comisariado y a lo que el arte puede proporcionar en las situaciones de conflicto, y muy concretamente, en la guerra de Ucrania”, concluye Elizaberta López.