En estos seminarios formativos participan no solo investigadores sino también técnicos de empresas agroalimentarias, una circunstancia muy positiva, según el vicerrector de Investigación de la UAL, puesto que, a su juicio, las universidades deben contribuir a la “mejora formativa” tanto a nivel de agricultores como de directivos. “Soy partidario de que la universidad transfiera capacidad desde formar investigadores hacia el complementario de la innovación y la mejora tecnológica”, decía.
Primer aniversario de la “crisis del pepino”
A preguntas de los periodistas, Martínez Vidal también se ha referido al primera aniversario de la llamada “crisis del pepino”, que provocó el año pasado pérdidas multimillonarias en el sector agroalimentario (principalmente de Almería) por una alerta infundada creada en Alemania. “Una universidad que se preocupa de trabajar en temas importantes siempre es una herramienta de un valor importantísimo a la hora de contribuir a resolver problemas profesionales, sociales o económicos como fue la crisis del pepino. En aquel momento, tanto la universidad de Almería como otras universidades, estuvieron donde se les requería estar, que no es precisamente dentro de su recinto, sino en contacto con la realidad”, afirmaba hoy Martínez Vidal, que fue uno de los redactores del “Manifiesto en Apoyo del Modelo Productivo español de frutas y hortalizas”, que se presentó públicamente en la Universidad de Almería el 15 de junio de 2011.
Desde finales de los años 80, Almería es un lugar de referencia internacional y mundial en el ámbito de la seguridad alimentaria: es la zona en la que se concentra el mayor número de laboratorios de control de residuos de plaguicidas y donde las metodologías que desarrollan los grupos de investigación se adoptan después a nivel internacional. En la actualidad, se realizan anualmente decenas de miles de análisis, cifra muy superior a la de otros sectores agroalimentarios. Sin embargo, a pesar de todo ello, según señalaba hoy el responsable de Investigación en la UAL, “el campo almeriense debe continuar con el control para mantener los actuales niveles de seguridad alimentaria y en caso de que haya algún agricultor que no siga estas buenas prácticas, debe ser separado inmediatamente por el propio sector de la cadena de comercialización”