El II Premio de Poesía Gabino Pérez de Albéniz, uno de los premios más importantes del País Vasco, tiene un ganador almeriense, se trata de Aníbal García, un enamorado de la poesía que confiesa haber heredadro de su padre la pasión por expresar sus sentimientos en forma de versos.
Con un solo poemario publicado y unos cuantos más en el cajón, este almeriense ha cautivado al jurado del premio bilbaíno por su obra ‘La despedida’, que destacó “la fuerza, el ritmo y la técnica impecable de la obra, que describe el momento en que los herederos de una casa de campo se despiden de ella mientras recogen todos los enseres que hay entre sus muros”.
Con una formación en Empresariales y una carrera profesional vinculada al mundo de los negocios, este poeta aficionado reconoce la influencia que tuvo su padre a la hora de inculcarle el hábito de escribir. “Mi padre siempre guardaba en el bolsillo de su camisa una pequeña libreta y un bolígrafo para dejar sus pensamientos escritos en unos cuantos versos en el momento en que algo o alguien llamara su atención. Quizá esa visión poética de la vida la haya heredado de él”, aunque lamenta no haber heredado también su capacidad para cantar por fandangos los versos que escribe.
Esta misma relación por el flamenco le ha llevado a diseñar su nuevo trabajo, un poemario dedicado a la saeta o, mejor dicho, saetas presentadas como poemas. En este poemario, que verá la luz la próxima semana santa, Aníbal García ha dejado a un lado sus creencias “para tratar de mirar con los ojos del devoto y del saetero el entorno de la religiosidad popular de Almería”.
De momento sigue promocionando ‘Poemas bastardos’, publicado en 2011, y espera ansioso la publicación del poemario del Certamen Gabino Pérez, que se titulará ‘La despedida’, igual que el poema ganador.