La actividad ganadera es responsable de un tercio de las emisiones contaminantes en el continente europeo, un impacto que el CSIC trata de reducir con el proyecto europeo Re-Livestock, que busca evaluar y facilitar la adopción de prácticas innovadoras para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Cuenta con la participación de dos centros del CSIC: la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC). El proyecto, que tendrá una duración de cinco años, se enmarca en la primera convocatoria del programa de investigación Horizonte Europa y está financiado con 12 millones de euros.
Transformación de la ganadería y el sistema alimentario
Entre los principales desafíos que se presentan en la actualidad está la transformación del sistema alimentario de Europa para cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la adaptación a los nuevos escenarios de cambio climático.
“A nivel mundial, la agricultura genera alrededor de un tercio de todos los GEI. En Europa, casi el 70% de todas las emisiones de GEI agrícolas proceden de la ganadería; por lo tanto, las cadenas de producción y suministro deben experimentar un cambio radical para ser más sostenibles”, apunta David Yáñez-Ruiz, investigador del CSIC en la EEZ-CSIC y coordinador de Re-Livestock.
Cómo se van a reducir las emisiones contaminantes de la ganadería
En el proyecto se quieren abordar estrategias sobre el uso de nuevos aditivos e ingredientes alimenticios, la optimización de la gestión del pastoreo para reducir la huella de carbono de la alimentación animal, y el desarrollo de sistemas de selección genética de animales que generan menores emisiones y tienen mayor capacidad para adaptarse a condiciones de estrés por calor, sobre todo empleando razas locales.
“Otra estrategia -enfatiza el investigador-, consiste en el rediseño de alojamientos ganaderos y el empleo de tecnologías digitales de última generación en función de los escenarios de cambio climático de cada región”. “Y, por supuesto, la puesta a punto de herramientas de fácil uso para evaluar la sostenibilidad de los sistemas ganaderos basándose en principios de circularidad”, añade Yáñez-Ruiz.
Para alcanzar estos objetivos, Re-Livestock cuenta con 37 socios de 13 países. El equipo multidisciplinar está formado por especialistas en alimentación, genética y bienestar animal, agricultura de precisión y evaluación ambiental y socioeconómica.
Además, existe una fuerte colaboración con la industria ganadera europea. En el marco de este proyecto se desarrollarán diversos núcleos de prácticas innovadoras y laboratorios de campo que cubrirán los sectores de ganado vacuno (lechero y de carne) y porcino de Europa.