La Universidad de Almería es una de las pocas universidades españolas incluidas en ECTEG, organismo financiado por la Comisión Europea que trabaja en colaboración con Europol-EC3 y CEPOL, de la mano del profesor de Informática, José Antonio Álvarez Bermejo, para formar a las fuerzas y cuerpos de seguridad en la lucha contra la ciberdelincuencia.
La escalada de acontecimientos en la actualidad geopolítica de la Unión Europea ha ocasionado que se le dé la relevancia debida al campo de la ciberseguridad. El mundo está cada vez más digitalizado, hasta el punto de que ya está aquí la ‘Sociedad 4.0’, una era en la que los avances tecnológicos marcan unos tiempos cada vez más cortos. “Todo está ‘hiperconectado’ y ya no solo tenemos que atender al problema de cuidar la interacción entre las esferas privada y pública de cada uno de nosotros, sino que estamos sometidos a la dinámica del consumo de servicios digitalizados”, tal y como ha comentado José Antonio Álvarez, profesor del Departamento de Informática de la Universidad de Almería. Por ello, el riesgo de sufrir ciberdelitos o cibercrímines, y la imparable evolución de formas en las que se presentan, son mayores, y hay que estar preparados para combatirlos.
Precisamente en esto tiene un papel relevante la UAL como una de las pocas universidades españolas participantes en el ECTEG. Se trata de un organismo financiado por la Comisión Europea que tiene la misión de “fortalecer a las unidades que prevén y que reaccionan ante los ciberdelitos y cibercrímenes”.
Trabaja en estrecha colaboración con Europol-EC3 y CEPOL y sus actividades tienen la misión de “apoyar las acciones internacionales para armonizar la formación en materia de ciberdelincuencia”. El profesor José Antonio Álvarez ha valorado que “la Universidad de Almería tiene el orgullo de haber sido aprobada como miembro de ECTEG desde finales de 2020”, sumando ya un año y medio de experiencia tras formularse la postulación y la defensa de la candidatura por el propio Álvarez, “apoyadas por la Guardia Civil tras la amplia colaboración previa entre ambas partes”.
Además, forma parte del Proyecto DECRYPT, “cuya tarea principal es la de proporcionar medios para extraer la mayor cantidad de información posible tras la ocurrencia de un ciberdelito, léase hash-cat, passwordcracking, coldboot attack…; el ciberespacio es un lugar donde la defensa de la privacidad, la integridad y los derechos se vulnera con más facilidad cada vez que aparece una tecnología de interconexión más avanzada, como es el caso del 5G”.
Es obvio que “cuantos más dispositivos conectados, hay más superficie de ataque”, por lo que “la tarea tanto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de los países miembros de la Unión Europea, como por extensión del ECTEG, se torna más compleja cada día, puesto que defenderse es más, mucho más difícil que atacar”, ha matizado José Antonio Álvarez.
Por ello es básico “compartir conocimientos y experiencia y encontrar soluciones en cuestiones de ciberseguridad”, un círculo en el que se encuentra la Universidad de Almería merced a su pertenencia al ECTEG por los méritos contraídos: “Las universidades pueden formar parte siempre que demuestren experiencia y trayectoria en la lucha contra el cibercrimen, y en nuestro caso, la colaboración en este campo con Guardia Civil, ha permitido que formemos parte de este grupo, en el que hay muy pocas de España y en el que el otro pilar fundamental lo forman las LEA, Law Enforcement Agencies, de toda Europa”. Por poner un ejemplo de aportaciones prestadas, “formación en la deshabilitación de servicios delictivos en la red TOR, formación que se ha desarrollado para la OSCE, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa”.
Entre los más importantes servicios que se apoyan, “en innumerables ocasiones”, están los relacionados con las infraestructuras críticas para una nación, “el sector financiero, el sector hospitalario, el energético y demás”, y para la sociedad que la forma: “El proteger estas infraestructuras que forman los pilares de esta sociedad digital es un reto añadido, pues no solo se han de defender en el contexto físico, sino también en el ciberespacio; tal y como su protección física es responsabilidad de las respectivas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de cada miembro de la Unión Europea, también lo es su defensa y resiliencia en el ciberespacio por unidades especializadas de esas mismas Fuerzas y Cuerpos”. La formación se torna fundamental, así como ofrecerla del modo más unificado posible debido al carácter transfronterizo de este tipo de delincuencia.