La Fundación CYD ha publicado un informe en el que se analizan los datos de empleabilidad de los diferentes grados universitarios a nivel nacional. Un documento exhaustivo que a partir de los datos de la Encuesta de Inserción Laboral de Titulados Universitarios del INE analiza la situación laboral, el tipo de jornada de trabajo y de contrato, la ocupación que desempeñan, la localización, si el nivel y tipo de formación es adecuado a su función y el salario mensual neto percibido.
La publicación analiza la evolución de los grados en los últimos 20 años y reflexiona acerca del desequilibrio que hay entre el número de graduados de las profesiones con mejor calidad laboral, cada vez menor, y el de los grados en ámbitos con mas dificultades para la buena empleabilidad. Entre los datos obtenidos sorprende la hegemonía de los grados en ingeniería y ciencias de la salud a nivel de estudiantes empleados, en contraste con los grados de la rama de humanidades y artes que, pese a su crecimiento en el número de alumnos matriculados, se hunden en la parte más baja de las tablas.
Ingenierías y ciencias de la salud a la cabeza
La principal conclusión que se obtiene del informe es que los titulados en ámbitos informática e ingeniería, industria y construcción son los que muestran los mejores indicadores de inserción laboral, teniendo en cuenta la tasa de empleo 2019 de los titulados en 2013-2014 y la situación de los que trabajan en 2019: más porcentaje con situación profesional estable, trabajando a tiempo completo, en ocupaciones de alta cualificación.
Le siguen los titulados en ciencias de la salud, quiénes a excepción de trabajo a tiempo completo y situación profesional estable, se colocan entre los tres primeros ámbitos en el resto de indicadores mencionados arriba.
Artes y humanidades en el extremo opuesto
En el otro extremo, con indicadores no tan buenos, teniendo en cuenta la tasa de paro 2019 de los titulados en 2013-2014 y la situación de los que trabajaban en 2019, destacan los titulados en el ámbito de artes y humanidades. Los graduados de estas ramas encabezan las listas de: mayor porcentaje con situación profesional precaria; mayor número de graduados trabajando a tiempo parcial; y de más graduados trabajando en puestos que no son de alta cualificación.
Estos datos son paradójicos si se comparan los resultados a nivel de ámbito en relación a la evolución del número de graduados en cada uno de estos ámbitos. Es sorprendente que áreas como informática e ingeniería, industria y construcción, con los mejores indicadores de inserción laboral, han experimentado una disminución de su número de egresados en las dos últimas décadas en el sistema universitario español.
Mientras, por el contrario, el número de alumnos egresados de carreras de las ramas de humanidades, artes, o servicios, cuyos indicadores de empleo se sitúan entre los más bajos, se ha multiplicado de forma exponencial en las últimas décadas.
Una posible hipótesis a esta situación podría ser que los estudiantes del sistema universitario español no disponen de suficiente información a la hora de escoger carrera universitaria, especialmente sobre inserción laboral. O bien que, a pesar de disponer de esa información, tienen otras prioridades a la hora de elegir carrera: tal vez la vocación, la facilidad de los estudios, o la preferencia personal.