No en vano, en ella se han ubicado los fondos pictóricos y gráficos existente en el archivo patrimonial de Adra de grandes representantes de la vanguardia del arte español como Saura, Alberti y Picasso, así como los dos pintores más internacionales que dio la provincia de Almería: Antonio Bedmar Iribarme y el surrealista Federico Castellón Martínez.
La sala se encuentra ubicada en la parte baja del Museo y, desde esta semana, ofrece este nuevo aliciente, ya que las obras se quedarán de forma permanente expuestas en la misma. Se trata de una sala de pequeñas dimensiones, pero de gran valor pictórico y artístico con un grabado gráfico de Pablo Picasso, siendo esta técnica de vital importancia para el artista malagueño porque, según los entendidos, podía fijar en ellas sus obsesiones.
A este grabado, se suma una obra del que fue considerado el representante del expresionismo abstracto español, Antonio Saura. Finalizando esta zona dedicada a la vanguardia, una obra gráfica de Rafael Albertí. Completan el atractivo de la sala cuatro lienzos del que fuera discípulo del pintor italiano Andrés Giuliani y Cosci, el almeriense Antonio Bedmar Iribarme (1865-1941).
Iribarme fuye un pintor muy solicitado por la burguesía almeriense y por la Iglesia. Su obra es muy academicista, destacando la temática costumbrista, retratos, paisajes, marinas, temas religiosos y motivos orientales. La colección que, desde hoy, se exhibe en el Museo de Adra es la más amplia de este pintor expuesta al público.
Cierra la colección de esta nueva sala del Museo de Adra, varias obras del artista adscrito a la corriente surrealista Federico Castellón Martínez que, según los historiadores, pudiera ser uno de los artistas más internacionales de Almería. Nacido en el pueblo de Alhabia en 1914, desarrolló prácticamente su vida y su obra en New York donde moriría en 1971.
Su talento le llevó a exponer obras, en 1935, en la exposición organizada en el Colegio Español de la Universidad de Paris junto Picasso, Miró o González y Gallardo. Desde 1936 se dedicó a las artes gráficas, fundamentalmente litografías y aguafuertes y creó un método que llamó la ‘técnica de la tinta indeleble’. En la actualidad, al margen de Adra, sus obra más características se encuentran en las colecciones públicas más importantes, tales como el MOMA y el Museo de Pennsylvania.