El futuro de Almería pasa por la exportación el turismo y los servicios

“Empresas exportadoras, turismo y servicios”. Éstos son los tres sectores que deben sustentar el futuro sostenible de la provincia de Almería, según manifestó este jueves el presidente del Grupo Cosentino, Francisco Martínez Cosentino, ideas apoyadas, en su mayoría, por el resto de participantes en la mesa-coloquio sobre ‘La economía almeriense: presente y futuro’.

Estos tres sectores y recuperar “el valor del trabajo y esfuerzo”, añade Cosentino, en el acto celebrado, ante numeroso público, en el salón de actos del Ayuntamiento en la Plaza Vieja,

Han participado los ganadores de las 5 primeras ediciones del Premio Economía: Cajamar (representado por Jerónimo Molina, asesor a la dirección general en sustitución de última hora de su presidente, Antonio Pérez Lao), Francisco Martínez-Cosentino, PITA (Alfredo Sánchez, su director general), Cristóbal Montoro, responsable de Economía del PP, y José María Rosell (presidente del Grupo Hoteles Playa-Senator).

Jerónimo Molina piensa que “hay que volver a los sectores pulmones de Almería: agroalimentario y turístico. Pero enfocado a medio plazo, no de forma especulativa”.

Y José María Rosell ha dado las claves del turismo, “a corto plazo nos debemos centrar en el turismo nacional, principalmente visitantes de Andalucía y de Madrid hacía abajo”.

Principales ideas

En la mesa redonda, moderada por el decano del Colegio de Economistas, Francisco Giménez Felices, el primero en intervenir ha sido Jerónimo Molina.

Jerónimo Molina ha manifestado que “hemos vivido una década convulsa. Crisis económica y financiera de una magnitud sin precedentes, crisis energética, crisis alimentaria, crisis medio ambiental y crisis de valores. La sociedad se ha acostumbrado a poseer cosas, y se ha olvidado de valores como el sacrificio y austeridad”. Por eso, insiste en que “la salida de la crisis exige trabajo y esfuerzo”.

Además, Jerónimo Molina ha hecho hincapié en que “en otras crisis Almería se había visto menos afectada por depender de productos agroalimentarios de primera necesidad. Sin embargo, en esta ocasión, nos ha afectado de lleno porque la construcción ocupaba un papel importante en el PIB de la provincia”.

“Volver a los sectores pulmones de Almería: agroalimentario y turístico”.

Francisco Martínez-Cosentino también ahondó en el hecho de que “en estos momentos se están poniendo en duda muchas cosas: políticas energéticas, revoluciones en el Norte de Africa y Oriente Medio, qué moneda mandará en el mundo, etc”.

Almería, a su juicio, debe potenciar sus diferencias competitivas, y las ha resumido en tres: empresas exportadoras -agroalimentaria, mármol, etc.-, el turismo, y servicios -como ejemplo la expansión de Cajamar-. Cosentino insiste en que “hay que pensar que el mundo es global, y hacer negocios desde esa perspectiva”. Al respecto, insistió en el aprendizaje del idioma inglés y animó a la agricultura a “realizar una campaña de imagen mundial basada en la seguridad alimentaria”.

Por último, dio un mensaje de optimismo. “Yo, que viajo por todo el mundo, os puedo asegurar que los almerienses somos gente de valía. Por eso, hay que recuperar la autoestima”.

Alfredo Sánchez se centró en el papel que puede jugar en los próximos años el Parque de Innovación y Tecnología de Almería (PITA). “El PITA puede ser el motor del desarrollo de la innovación de Almería. Debe ser protagonista de la integración del mundo científico y empresarial”.

Cristóbal Montoro aportó su visión global y recordó que “vivimos una crisis de endeudamiento exterior”, por eso son necesarias fuertes reformas que faciliten la competitividad. Entre ellas, habló de “la reforma del Estado para evitar duplicidad de competencias con autonomías, reforma tributaria, y reforma laboral, la Formación Profesional, la estabilidad en la contratación, reformas energéticas y estimular la innovación e internacionalización de nuestras empresas”.

Por último, José María Rosell se centró en el turismo. Primero diagnóstico alguno de los males: “Gran concentración de tour-operadores, los vuelos low-cost provocan que se hayan reducido los vuelos charter, hemos dejado la promoción en mercados exteriores, y continuamos con la mala imagen de falta de comunicaciones en el interior de la provincia. Del 2009 a 2011 hemos tenido una caída de precios del 10% en turismo”.

Ante este panorama, Rosé María Rosell aboga, a corto plazo, “en centrarnos en el mercado nacional: andaluz y de Madrid hacia abajo”. Al respecto, recuerda que “Almería es poco conocida incluso en el mercado nacional”. Por eso, insiste en campañas conjuntas de imagen, con dos grandes emblemas: el parque natural Cabo de Gata-Níjar y el Desierto de Tabernas.

Al respecto, afirma que “vivimos un momento histórico para cambiar cómo se debe vender Almería en nuestro entorno. Si somos capaces de tener reunión al alto nivel, de ese foro podrían salir líneas maestras del producto y cómo venderlo”. Rosell apuesta, para Almería, por el turismo familiar, playas tematizada, fortalecer la venta on line y redes sociales, publicidad en aerolíneas, potenciar la comunicación y salir más a vender.

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