El 2 de febrero, como cada año, se celebra el Día Mundial de los Humedales para recordar la importancia de conservar los que todavía quedan, sus valores, y la fragilidad y presión a la que están sometidos.
Los servicios ecosistémicos que prestan estos ecosistemas son muchos y de gran valor (fuente de alimentos, biodiversidad, reguladores de temperaturas…) pero la campaña de este año pone el acento en el papel de los humedales como fuente de agua dulce, tanto en cantidad como en calidad, dos aspectos fundamentales para garantizar el derecho humano al agua.
Estudios científicos, como “How much wetland has the world lost?” (Davidson, Nick C., 2014) estiman la destrucción del 87% de los humedales desde 1700 hasta la actualidad, con tasas de destrucción casi cuatro veces más rápidas en el siglo XX y principios del XXI a nivel global. Aunque en Europa la velocidad de destrucción se ha reducido bastante y se han protegido humedales y masas de agua, en ocasiones no es suficiente.
Conscientes de esta situación, la Plataforma Acuíferos Vivos compuesta por 21 asociaciones colabora estrechamente con: “Derecho Humano al Agua y Ecosistemas Acuáticos: Construyendo Estrategias de Incidencia desde Andalucía”.
Un proyecto financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional coordinado por Ecotono S.Coop.And .And de Interés Social, cuyo objetivo principal es contribuir a que asociaciones, organizaciones y administraciones públicas competentes en materia de aguas de Andalucía participen en la mejora y conservación de los ecosistemas acuáticos, teniendo como referencias: el Derecho Humano al Agua y Saneamiento, la Directiva Marco del Agua (DMA) y la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas.