Unicef asegura que invertir en los adolescentes puede romper el ciclo de la pobreza

El informe sobre el ‘Estado mundial de la infancia 2011’ de Unicef pone de relieve la necesidad de invertir en los adolescentes para romper el ciclo de pobreza y disparidad en los países más desfavorecidos. Esta ha sido una de las conclusiones puestas sobre la mesa esta mañana en la Universidad de Almería, donde la organización defensora de la infancia ha presentado su informe 2011.

El presente informe da cuenta, con dolorosa claridad, de los peligros que encaran los niños y niñas adolescentes: los embarazos y partos a temprana edad, una de las principales causas de mortalidad entre las niñas adolescentes; las presiones que impiden a 70 millones de adolescentes asistir a la escuela; la explotación, los conflictos violentos y las peores formas de abuso a manos de los adultos. 

También examina los riesgos que conllevan las nuevas tendencias. Por ejemplo, el cambio climático, cuyos efectos en muchos países en desarrollo ya están socavando el bienestar de incontables adolescentes; y la situación laboral, marcada por una tremenda falta de oportunidades de empleo para la gente joven, especialmente en los países pobres. 

Pero este informe también ofrece una visión positiva, aquella en la que refleja que la adolescencia no es solamente una etapa de vulnerabilidad, sino también una época llena de oportunidades, sobre todo para las niñas. “Cuanta más educación reciban las niñas, más probable es que retrasen el matrimonio y la maternidad, y que sus hijos gocen de mejor salud y educación. Proporcionar a los jóvenes las herramientas que necesitan para mejorar sus vidas, y motivarlos a participar en las iniciativas que buscan mejores condiciones para sus comunidades, equivale a invertir en el fortalecimiento de sus sociedades”, apuntaba al respecto el rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina.

Entre otras cosas, el informe apunta que invirtiendo en los 1.200 millones de adolescentes de 10 a 19 años de edad que hay en el mundo es posible romper el arraigado ciclo de pobreza y disparidad. En la actualidad, y aunque se ha mejorado mucho en la primera infancia, más de 70 millones de jóvenes en edad de cursar los primeros años de Secundaria no asisten a clase y las niñas aún no han alcanzado a los chicos en el acceso a estos estudios. “La adolescencia es un periodo crucial en el que tenemos la posibilidad de consolidar los avances que hayamos logrado en la primera infancia”, ha señalado hoy María de Muller, presidenta provincial de Unicef.

La Universidad de Almería y Unicef firmaron en el año 1999 un convenio de colaboración que se rubricó de nuevo en 2008 y que, entre otros asuntos, en su plan anual de actividades, contempla la difusión de este resumen sobre el Estado Mundial de la Infancia y el cumplimiento de los derechos del niño.

 

 

 

 

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