El proyecto de investigación Qubbet El-Hawa que dirige la Universidad de Jaén ha abierto al público de forma virtual su archivo de imágenes en 3D con algunos de los objetos arqueológicos descubiertos a lo largo de las excavaciones de las distintas campañas llevadas a cabo en la necrópolis de Asuán (Egipto).
En concreto, los investigadores de la UJA han seleccionado un total de 28 piezas que se pueden visitar a través de la plataforma web Sketchfab. “Son todos de origen funerario”, señala Alejandro Jiménez, doctor en Egiptología de la UJA y director del proyecto Qubbet El-Hawa. “Pertenecen a ajuares de antiguos egipcios, de diferentes grupos sociales y de diferentes periodos, por lo que a través de esta iniciativa pretendemos, de una forma virtual, recorrer la historia de Egipto durante dos mil años, descubrir los cambios que se producen en los rituales funerarios y observar las diferencias entre aquellos que disfrutaron de una vida más acomodada, porque eran los dirigentes, de otros que formaron parte de lo que sería hoy en día ‘la clase media’”, indica.
Las piezas más representativas de Qubbet El-Hawa
Para la selección de las piezas, el equipo de la UJA ha tenido en cuenta “la representatividad respecto al cómputo de objetos arqueológicos recuperados desde 2008 en las diferentes campañas de excavación, la singularidad del elemento arqueológico respecto a sus paralelos con distinta procedencia, y el empleo en futuras aplicaciones docentes desde su contenido histórico-artístico, es decir, priorizando la funcionalidad del objeto por encima de su estado de conservación o estética”, explica Libertad Serrano, historiadora del arte y técnico en 3D del proyecto, que ha sido la principal ideóloga del museo. “Todos estos criterios responden a las diferentes aplicaciones que el modelo 3D aporta en la investigación arqueológica: el estudio de materiales con fines académicos, las actividades de difusión pública y el ámbito docente”.
Cada pieza expuesta en el museo virtual ofrece una información histórico-artística que, a partir de un guión común, vertebra las anotaciones emergentes de los modelos 3D. En ese sentido, los usuarios encuentran los datos básicos de las cartelas museográficas tradicionales desarrollados en la presentación de cada pieza: clasificación genérica del objeto, material, soporte, técnica, dimensiones y datación. En cuanto a las ventanas emergentes, el contenido se divide en: descripción detallada del elemento arqueológico, desarrollo de la iconografía, transcripción de la inscripción o leyenda, plano topográfico que identifica la tumba dentro de la necrópolis y finalmente, las referencias bibliográficas relativas a los elementos aportadas por las publicaciones de los propios miembros del equipo.
Piezas escaneadas en 3D
La exposición virtual de las piezas ha sido posible gracias a la apuesta por el modelado 3D dentro del Proyecto Qubbet El-Hawa desde el año 2015 mediante la técnica de escáner de luz estructurada HDI Advance Model R3 de LMI. “La labor del modelado 3D es una parte más del engranaje multidisciplinar que conforma el trabajo de nuestro equipo. Está vinculado y depende de los trabajos arqueológicos, del estudio de materiales, de los trabajos de restauración y consolidación, de otros ámbitos de la representación gráfica y la documentación audiovisual, que conforman la realidad de un equipo en las campañas de excavación llevadas a cabo en la necrópolis de la antigua ciudad de Elefantina”, señala Libertad Serrano.
Ese contexto ha posibilitado el empleo del objeto digitalizado tridimensionalmente como herramienta de documentación gráfica arqueológica. “Es una idea que exige su apariencia fotorrealista, por lo que ha sido necesario implementar una metodología que permitiese aplicar el Mapeado UV como textura orgánica sobre el modelo 3D. Una vez obtenido el acabado hiperrealista pudieron plantearse las diferentes experiencias de difusión pública, derivada de la exposición e impresión 3D”, detalla la investigadora de la UJA.
A través de este museo digital, el Proyecto Qubbet El-Hawa pretende “generar un acceso público al estado de la cuestión en la investigación arqueológica en un nivel inusual y, al mismo tiempo, crear un entorno virtual funcional e innovador que resulte atractivo para el usuario”, argumenta Alejandro Jiménez. “Esta fórmula abraza las premisas de la museología contemporánea y, al mismo tiempo, afianza el futuro enfoque sobre la documentación arqueológica tridimensional de la cultura material recuperada en el proyecto Qubbet el-Hawa. En Egiptología, y concretamente en el estudio de materiales arqueológicos, el modelado 3D significa una herramienta que comparte potencial para el estudio académico, la gestión y la difusión del mismo”. Actualmente, la mayoría de los proyectos de investigación arqueológica apuestan por el empleo del modelado 3D. El Proyecto Qubbet el-Hawa, por ejemplo, contaba con un repositorio online que permite al investigador acceder a los documentos gráficos relativos a cada elemento, gracias a la implementación de una especificación estándar webGL.
“La respuesta ha superado nuestras expectativas. La publicamos en las redes sociales del proyecto y nos ha permitido llegar a un mayor número de personas. Muchos usuarios nos han felicitado por la iniciativa, ya que tienen la posibilidad de ‘manipular’ los objetos, que en los museos son estáticos, pero que de esta forma les permitimos analizarlos, verlos desde la perspectiva que deseen, etc. De nuevo la Universidad de Jaén está demostrando que está a la vanguardia de la transferencia del conocimiento”, concluye Alejandro Jiménez.
La planificación del proyecto Qubbet El-Hawa, afectada por el coronavirus
La pandemia mundial provocada por el coronavirus también afectó a la campaña de excavaciones del proyecto Qubbet El-Hawa en Asuán (Egipto). “Cuando la crisis afectó al norte de Italia, varios miembros del grupo nos encontrábamos en Egipto excavando, estudiando o analizando. Teníamos previsto que los últimos investigadores volvieran el 27 de marzo, pero, tras las recomendaciones de la Embajada de España en El Cairo, los investigadores tuvieron que volver dos semanas antes”, explica Alejandro Jiménez.
“Esas dos semanas eran cruciales porque iban a permitir centrarse en el estudio de materiales cerámicos muy importantes. Por otro lado, en abril, cuatro investigadores del Grupo de Investigación HUM458 Egiptología y Papirología iban a colaborar por segundo año consecutivo, durante tres meses, con el Instituto Francés de Arqueología Oriental en el Cairo, una de las instituciones arqueológicas y egiptológicas con más prestigio del mundo, pero de igual forma ha habido que posponerlo hasta que las autoridades sanitarias nos permitan volver”, finaliza el director del proyecto.