El grupo de investigación BioSIP de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Málaga ha decidido durante estos días donar casi toda la potencia de cálculo de sus recursos de computación a la lucha contra el COVID-19 y para ello ha facilitado su conexión con el servidor de la Universidad de Standford, donde está el genoma del virus, y donde se estudian los fármacos que podrían hacerle frente.
Para ello, ha cedido la citada potencia de cálculo de los citados recursos (cluster HPC y GPUs) para la simulación de potenciales proteínas diana del SARS-CoV-2 (virus que causa el COVID-19), mediante la conexión con el servidor de Standford.
Según explica Andrés Ortiz, responsable de este grupo de investigación, “es una pequeña contribución para que se puedan desarrollar fármacos más rápidamente”.
Esta operación responde a la llamada que Nvidia ha realizado a todos los investigadores que cuentan con GPU para que participen en el proyecto colaborativo ‘Folding at home’ para luchar contra el coronavirus COVID-19.
Folding@home es una iniciativa de computación distribuida que parte de la Universidad de Standford que tiene por objetivo unir los recursos de diferentes computadores para simular la dinámica de las proteínas implicadas en diferentes enfermedades. “En realidad puede participar todo el que quiera. La tarea consiste en conectar todos los ordenadores personales y servidores (de empresas o instituciones) que no se estén utilizando y hacer uso de esa potencia para construir una especie de superordenador con el que poder trabajar más eficazmente”, afirma Ortiz.
El grupo de investigación BioSiP ‘Procesado de señales biomédicas, sistemas inteligentes y seguridad de las comunicaciones’ trabaja habitualmente en el campo de la biomedicina, por lo que tenía conocimiento del proyecto ‘Folding at home’.
“Cuando surgió la crisis del Coronavirus me puse a navegar por la red para ver si podía ayudar en algo y encontré este proyecto de Standford, por lo que vi que podíamos hacer nuestra contribución con un pequeño gesto”, comenta el investigador y añade que, el confinamiento le ha brindado la oportunidad perfecta: “Nosotros usamos nuestro servidor para procesar otros datos, pero no se suele utilizar al 100% de su capacidad. Así que, ¿por qué no ponerlo al servicio de los avances contra el COVID-19?”.
Con la participación de estos profesores de la Escuela de Telecomunicaciones en la lucha contra el COVID-19, unida a la donación de material clínico a la Delegación de Salud, la Universidad de Málaga sigue sumando efectivos -personales y materiales- en la tarea de combatir esta crisis sanitaria.