La construcción de balsas, rellenas con astillas de cítricos procedentes de podas, en las proximidades de las ramblas de El Albujón y de Miranda y de uno de los principales canales de drenaje que vierten caudales al Mar Menor, procesarán más de 19.000 metros cúbicos diarios de agua (equivalentes a un caudal de 200 litros por segundo), cuyas concentraciones de nitrato detectadas oscilan entre 150 y 160 miligramos por litro, “evitando de ese modo la nitrificación de la laguna y contribuyendo a la reversión de su estado”.
Así lo puso de manifiesto hoy el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, en la apertura de la jornada organizada por la Cátedra de Agricultura Sostenible de la Universidad Politécnica de Cartagena y la Consejería, para ofrecer a la comunidad científica, administraciones públicas, empresas de tratamiento de aguas y agricultores los resultados de la experiencia piloto en desnitrificación desarrollada en una planta del Campo de Cartagena.
El sistema de desnitrificado prevé captar el agua en 16 balsas colindantes a las ramblas para que durante 24 horas el caudal permanezca en su interior. La Consejería está redactando el proyecto para construir este sistema de filtros con madera de cítricos, tras comprobar el éxito del proyecto piloto, con el deseo de que las obras se pongan en marcha en los inicios del próximo año “con la pretensión de eliminar el 90 por ciento de los nitratos”, aseguró Luengo.
El Gobierno regional apostó hace meses por el sistema experimentado por la Universidad Politécnica de Cartagena, que consiste en un biorreactor con astillas de madera en la planta piloto de humedales que Esamur y la Dirección General del Agua construyeron en la depuradora de Los Alcázares para tratar el agua del canal de drenaje D7.
El biorreactor, desarrollado por las universidades públicas de Murcia y Politécnica de Cartagena, capta las aguas superficiales cercanas a la depuradora y se aprovechan para desarrollar el proyecto piloto. Esta tecnología utiliza las virutas de la poda de cítricos como fuente de carbono para que los microorganismos puedan ejecutar la desnitrificación. El importe total invertido, que incluye los convenios con ambas universidades, es de 469.000 euros.