Diseñan una técnica para obtener células humanas de la cavidad peritoneal

Investigadores del grupo de Inmunología de la UMU.

Investigadores de la Universidad de Murcia (UMU) y el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria Virgen de la Arrixaca (IMIB) han logrado la depuración de una técnica para obtener células humanas que residen en la cavidad peritoneal (membrana que recubre el interior del abdomen).

“La novedad de nuestro estudio es que ofrece un protocolo claro y detallado para obtener macrófagos peritoneales de una forma eficiente y libre de contaminaciones con otros tipos celulares”, señala el autor principal del artículo de la UMU, el Dr. Antonio Ruiz Alcaraz

Además, hasta ahora, las muestras obtenidas de este tipo de células no procedían de individuos sanos, ya que se obtenían de pacientes con politraumatismos o diversas patologías, según los investigadores.

La investigadora de la UMU responsable de este estudio, la Dra. María Martínez-Esparza, destaca asimismo que “esta técnica permitirá alcanzar un conocimiento más amplio sobre los macrófagos peritoneales humanos, que posibiliten la identificación de nuevos marcadores diagnósticos y de futuras dianas terapéuticas”.

Por medio de este nuevo método, se obtienen una serie de muestras de macrófagos de la cavidad peritoneal de mujeres sanas que sirven de control y, por lo tanto, de referencia para el posterior estudio de diversas patologías. 

Una de las enfermedades sobre la que el grupo de investigación de Inmunología de la UMU está aplicando ya el nuevo método es en la endometriosis, una enfermedad que afecta a mujeres. En este sentido, pretende comparar las muestras de células sanas con las que disponen de pacientes con esta patología.

Se trata, además, de un método que proporciona material biológico de partida que “permite tener una fuente de macrófagos tisulares reales que puede ser utilizada como modelo para probar fármacos antiinflamatorios”, señala Ruiz Alcaraz. 

Implicaciones en el tratamiento y diagnóstico de enfermedades

Los resultados de este estudio constituyen un avance en lo que al diagnóstico y tratamiento de patologías se refiere, sobre todo en la endometriosis. 

“Al obtener células de controles procedentes de personas sanas podemos compararlos con los de mujeres con endometriosis para intentar averiguar qué problema inmunológico tienen, así como las causas que originan esa enfermedad”, destaca Pilar García Peñarrubia, investigadora principal del grupo de Inmunología, quien sostiene que el estudio de las características funcionales de este control sano es un hecho novedoso.

Proceso de depuración de la técnica

En el desarrollo de esta técnica, se establecen los criterios y parámetros que permiten asegurar la obtención de una muestra pura de células que residen en la cavidad peritoneal, evitando contaminaciones. La condición idónea para obtener esas células de una persona sana se da cuando una mujer se realiza una ligadura de trompas. 

Hasta ahora, los macrófagos peritoneales no se habían obtenido de individuos sanos, “solo de pacientes renales sometidos a diálisis peritoneal o bien de aquellos con politraumatismos o intervenidos quirúrgicamente con fines terapéuticos. El problema radica en que esas personas no son realmente sanas, ya que presentan algún tipo de afección, trauma o patología”, tal y como explican los expertos. 

“El material de referencia, también denominado ‘control’, para utilizar en cualquier estudio biológico tiene que estar bien definido y ser muy puro, de no ser así se pueden inferir conclusiones que no se correspondan con la realidad”, señala la Dra. Martínez-Esparza. 

Endometriosis, una enfermedad silenciosa

La endometriosis es una enfermedad que afecta aproximadamente a un diez por ciento de mujeres en edad fértil. Se produce cuando el tejido endometrial, que se desprende y elimina en cada menstruación, puede acceder a la cavidad peritoneal a través de las trompas de Falopio mediante un proceso que se denomina ‘menstruación retrógrada’. (Aquí había que resumir)

En una mujer sana los macrófagos peritoneales eliminan ese tejido de la cavidad peritoneal pero, no se sabe por qué, en aquellas que sufren endometriosis, esas células no son capaces de hacerlo. “Además, esas lesiones producen unos dolores muy intensos e incluso en un alto porcentaje de mujeres producen infertilidad. La endometriosis es una enfermedad benigna que, por lo tanto, no mata, pero afecta enormemente la calidad de vida de las mujeres que la padecen. Estos hechos han despertado en nosotros un gran interés para dedicar nuestro tiempo y esfuerzo en el estudio de la misma”, explica García Peñarrubia. 

Además, los métodos de diagnóstico suelen ser agresivos, ya que la realización de pruebas analíticas y ecografías exploratorias no resulta suficiente en la mayoría de los casos, y por ello es necesario operar para confirmar la enfermedad. “La endometriosis es una enfermedad muy compleja, por lo que cualquier avance que podamos hacer, cualquier mejora que podamos conseguir, aporta un pequeño rayo de esperanza a estas pacientes”, concluye Ruiz Alcaraz.

Un trabajo conjunto

Se trata de un trabajo fruto de la colaboración entre el grupo de Inmunología de la UMU y del IMIB, y el grupo de Inflamación Molecular del IMIB del Dr. Pablo Pelegrín Vivancos, así como de profesionales médicos del Servicio de Ginecología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca (HCUVA), la Dra. Pilar Marín Sánchez, y del Reina Sofía (HCURS), el Dr. Francisco Machado Linde. 

Destaca la aportación económica de numerosos donantes que han apoyado el proyecto difundido en la plataforma de micromecenazgo “Precipita”, “sin los cuales no podría haberse llevado a buen término”, señala el grupo de Inmunología de la UMU.

Más información

Isolation of functional mature peritoneal macrophages from healthy humans https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31709677

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