El 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la Universidad de Alicante reivindica los cinco años de vigencia de normativa inclusiva que en la que se recogen distintos colectivos, incluidos personas con discapacidad, con el objetivo de lograr su normalización en la comunidad universitaria.
El Reglamento de Adaptación Curricular de la Universidad de Alicante cumple un lustro. Una iniciativa cuya misión es asegurar que la universidad no deja a nadie atrás y que a lo largo de este tiempo ha visto como las solicitudes han crecido desde las 300 del primer año hasta las más de 1000 que ya se han cursado en el presente curso. Se trata de modificaciones o ajustes que facilitan el acceso, permanencia y aprovechamiento del curso que permiten a los estudiantes adquirir todas las competencias profesionales y contenidos académicos de sus estudios.
La normativa de la UA se ideó para dar cabida a todos los colectivos con necesidades especiales y se divide en dos grupos. El primero está formado por estudiantes con un grado igual a superior al 33% de discapacidad física, sensorial o psíquica, incluyendo a estudiantes Erasmus y estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE). El segundo lo forman estudiantes que sean deportistas de élite o que representen a la UA, las víctimas de violencia de género, embarazadas o en proceso de adopción/acogimiento, estudiantes con un hijo/a menor de 3 años a su cargo o un familiar dependiente, con una jornada laboral incompatible con las clases o estudiantes en un programa de movilidad y algún caso más.
La normativa no modifica las competencias profesionales ni los contenidos académicos que se establecen en los títulos universitarios y que habilitan para el ejercicio profesional, atiende a cuestiones relacionadas con el apoyo en el aula o la adaptación en las pruebas de evaluación, flexibilizando el tiempo o los plazos de entrega, entre otras acciones.
De esta manera, quienes se encuentren en alguna de las situaciones que prevé el Reglamento de Adaptación Curricular de la Universidad de Alicante tienen la opción de solicitar su aplicación. Las adaptaciones se pueden aplicar en dos niveles, apoyo en el aula y en las pruebas de evaluación.
En el primer caso, el apoyo en el aula, algunas de las acciones que se llevan a cabo se refieren a adecuar la iluminación o la calidad del sonido, adaptar las prácticas o los contenidos académicos, incluso utilizar un sistema de comunicación alternativo o complementario para facilitar el seguimiento de las clases por parte de los alumnos con alguna necesidad especial.
En el caso de las pruebas de evaluación, por ejemplo, se adaptan a través de la ampliación del tiempo de duración la misma o la transcripción de las pruebas a otro sistema de comunicación alternativo.
La normativa incluye la figura del tutor o tutora para coordinar la orientación y el asesoramiento académico, así como la introducción de un contrato de aprendizaje como metodología docente activa, que recoja los acuerdos entre estudiante y docente. De hecho, es una normativa que implica a todos los agentes de la universidad: estudiantes, profesores, coordinadores, tutores y centros. En el caso de las solicitudes por alguna discapacidad o necesidades específicas de apoyo educativo se precisa de un informe del Centro de Apoyo al Estudiante (CAE) que posteriormente ha de validar cada centro.
El Estatuto del Estudiantes de la UA prevé la adaptación curricular “como derecho específico del alumnado que acredite condición o situación de: discapacidad, necesidades específicas de apoyo educativo, deportista de élite, víctima de violencia de género, maternidad, atención a dependientes, actividad laboral, que actúen en representación de la Universidad, representantes estudiantiles y estudiantes que participan en programas de movilidad”.