El próximo sábado, 30 de noviembre, se cumplen 19 años desde que el Palmeral de Elche fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para contribuir a su conservación, la Cátedra Palmeral d’Elx de la Universidad Miguel Hernández (UMH) lleva a cabo diversos estudios, entre los que destaca uno relacionado con la extracción de ADN de varias palmeras ilicitanas y otro sobre la elaboración de alimentos que incorporan el dátil como sustituto del azúcar convencional.
El Palmeral de Elche es el más grande de Europa. Cuenta con más de 200.000 ejemplares y ayudar a conservarlo es una de las principales misiones de la Cátedra Palmeral d’Elx de la UMH. Para ello, se están realizando varias investigaciones. En una de ellas, que está a punto de empezar, investigadores de la UMH van a extraer el ADN de varias palmeras ilicitanas para estudiar su variabilidad genética, fundamental para la supervivencia de la especie. Según ha explicado el profesor de Genética de la UMH Santiago García, la variabilidad genética se traduce en qué si hay muchos individuos distintos, si cambian las condiciones y aparece una nueva enfermedad, es posible o hay más posibilidades de que algún individuo sea resistente a esa enfermedad. Por lo tanto, para la supervivencia de la especie, es bueno que haya variabilidad y así perpetuar la especie”.
Por otro lado, en otra línea de investigación de la UMH se elaboran alimentos como embutidos, productos lácteos o de panadería, que incorporan el dátil como sustituto del azúcar convencional, considerada la droga del siglo XXI. El objetivo de los investigadores de la Universidad es que estos productos con endulzantes naturales y saludables como el dátil acaben en los lineales del supermercado y, por tanto, pasen a formar parte de la dieta habitual. Según ha señalado el profesor de Tecnología de Alimentos UMH José Ángel Pérez, “el dátil tiene la peculiaridad de que es muy rico en nutrientes, en azúcares, en fibra dietética, vitaminas, minerales…Nosotros aprovechamos todos esos recursos para enriquecer o adicionar los alimentos y mejorar así su calidad nutritiva, sensorial y, sobre todo, trabajamos con un producto local que es muy bueno”.