ANSE inicia el seguimiento de delfines mulares en las cosas de Almería

Calderón gris de la manada avistada por la expedición mar adentro de los acantilados de Tiñoso (J. L. Murcia/ANSE)

El velero Else ha partido de Cartagena rumbo a Almería para comenzar la campaña de seguimiento de las poblaciones de delfines mulares de las costas comprendidas entre Adra y Caleta de Vélez, la segunda dentro del Proyecto “Compatibilidad de delfín mular con actividades pesqueras en áreas marinas protegidas”, con ocho personas a bordo, entre técnicos y voluntarios.

El verano está siendo muy ventoso este año, y no había sido posible completar los transectos entre Cabo de Palos y Santa Pola hasta mediados de julio. Luego el levante (NE) y el lebeche (SW) han retrasado el traslado a las costas andaluzas. Ello ha permitido solucionar detalles y pequeñas reparaciones de la vieja goleta, más rejuvenecida que nunca.

Al poco de partir del puerto de Cartagena, al sur de la Isla de Las Palomas,  la expedición encontró numerosas cajas de poliestireno procedentes de barcos cerqueros, rotas, flotando en superficie. Se repite un problema detectado hace un par de años que requiere de una solución definitiva, asegura ANSE.

En las proximidades de Cabo Tiñoso comenzaron los primeros avistamientos de pequeños grupos de delfines listados que nadaban rumbo al Este. Al poco llegaría una manada de calderones grises que se desplazaba en dirección a Cartagena. Una veintena de ejemplares que se han dejado fotografiar a placer, saltando algunos de ellos muy cerca del barco, con ejemplares muy blancos. Uno de ellos, registrado en el catálogo con el número GG-0078, fue avistado por primera vez en julio de 2019, al sur de Cabo Tiñoso, y de nuevo en julio de 2011 al Sur de Cabo de Palos.  Otros dos ejemplares de la manada habían sido avistados también en julio de 2009.

Apenas habían dejado a la familia de calderones grises y regresaban a rumbo cuando un soplido cercano delataba la presencia de ballenas. Dos rorcuales comunes de mediano tamaño que navegaban con su mismo rumbo en dirección a Cabo de Gata, y que acompañaron a poca distancia del Else durante aproximadamente hora y media hasta el sur de la bahía de Mazarrón.

Y a media tarde completaban un buen día de avistamientos, encontrándonos con un pequeño grupo de cuatro  calderones comunes al sur del Cañón de Garrucha; tres de ellos grandes machos con un comportamiento errático.

Tras doce horas de navegación atracaron en el puerto de Garrucha para descansar, y partir el martes antes de amanecer para llegar a Aguadulce o Almerimar antes de la entrada de un levante fuerte previsto para el jueves.

Este proyecto, y el estudio de basuras flotantes asociado a las navegaciones, es posible gracias a la colaboración de la Fundación  Biodiversidad, dependiente  del Ministerio para la Transición Ecológica, dentro de la Convocatoria del Programa pleamar 2018 con financiación del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), Ecoembes y la Fundación Azul Marino.

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