El Gobierno murciano medirá el nivel de ozono ante el aumento de la radiación en verano

La Dirección General de Medio Ambiente y Mar Menor de la CARM pone en marcha una campaña extraordinaria de medición de ozono por el aumento de la radiación solar durante el periodo estival. Las mediciones, que además del ozono incluirán otros contaminantes como el óxido de nitrógeno o las partículas PM2,5 y PM10, comenzarán en el término municipal de Molina de Segura e incluirán localizaciones del entorno de Jumilla y se extenderán entre los meses de junio y septiembre. 

El objetivo de esta campaña extraordinaria, que se llevará a cabo mediante una unidad móvil, es tanto registrar la calidad del aire en estas ubicaciones como verificar los resultados que se han obtenido en el estudio de zonificación del territorio realizado por el departamento de Física de la Facultad de Química de la Universidad de Murcia para definir nuevas zonas características de la calidad del aire en la Región.

La directora general de Medio Ambiente y Mar Menor, Consuelo Rosauro, destacó que el control del ozono, “junto con el de las partículas PM2,5 y PM10 y la mejora y modernización de la red de calidad del aire, son los objetivos prioritarios de la Estrategia para la Mejora de la Calidad del Aire 2020-2025”. 

En este sentido, la Estrategia incluye el diseño, elaboración y puesta en marcha de un plan de mejora de los niveles específicos de ozono que estará orientado, sobre todo en sus tres primeros años, a alcanzar el valor objetivo de este contaminante y a la mejora de la calidad del aire en general. 

El ozono troposférico (O3) es un contaminante de origen fotoquímico que se genera en la atmósfera a partir de reacciones entre sus precursores, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles (NOx y COVs), en presencia de radiación solar. Debido a su carácter fuertemente oxidante, el ozono afecta tanto a la salud humana como a la vegetación.

Aunque desde 2012 no se han superado ni los valores de información ni de alerta del contaminante ozono, su exceso puede provocar dolor de cabeza, cansancio, tos y dolor pectoral que pueden afectar a la población más sensible, como enfermos con problemas respiratorios y cardiovasculares, niños, ancianos o personas que realizan ejercicio al aire libre.

Así, y ante episodios que superen el umbral de información, la Comunidad recomienda que las personas que pertenezcan a estos grupos sensibles eviten las estancias prolongadas al aire libre y reducir el ejercicio físico o aquellas actividades que impliquen esfuerzo al aire libre.

Estas recomendaciones se amplían al resto de la población en caso de que se supere el umbral de alerta. En estos casos, además se recomienda reducir la ventilación en las viviendas y evitar el contacto con agentes como polvo, polen o animales. Si se padece una enfermedad respiratoria y se percibe un empeoramiento de los síntomas o que estos se prolongan en el tiempo, se debe consultar a un especialista médico o acudir a un servicio de urgencias.

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