Dos centenares de niños aprenderán mañana cómo construir y volar su propia cometa. El taller organizado con motivo del Centenario del Puerto de Almería, dará comienzo a las 11:00 h en la Sala Goytisolo del muelle de levante. Con la intención de que la cometa recupere la tradición que un día tuvo y se incorpore a los habituales juegos de los menores, la Autoridad Portuaria ha optado por incluir, en su programa de actividades, este taller sobre el que fue el primer invento volador creado por el hombre. Un elemento lleno de posibilidades que sin duda ofrecerá un hermoso y efímero decorado a las instalaciones portuarias.
Tres monitores expertos voladores de cometas enseñarán a los más pequeños de cada casa a crear su propia cometa, dibujarla, recortarla, decorarla y posteriormente, tras una demostración magistral, les enseñarán como volarlas. De esta forma, una vez que todos los participantes hayan finalizado la construcción de su propia cometa, todos juntos saldrán al muelle de Levante, para hacer volar sus creaciones. Al final de la jornada, que se calcula se prolongue hasta las 14.00 horas aproximadamente, cada niño podrá llevarse a su casa su cometa para seguir volándola en sus ratos libres.
Las plazas para participar ya están cerradas, así que lo que podremos hacer es ir y ver el espectáculo.
El primer invento que consiguió volar
La cometa tiene su origen legendario en China y su uso tenía claros matices místicos, religiosos y rituales. En su difusión a través de las distintas civilizaciones sufrió un proceso de adaptación y transformación de su uso. Así por ejemplo, en Japón se transformó en un juego de competición entre distintos grupos sociales y en Oceanía en utensilio para pescar.
La cometa llegó a Europa, por medio de las rutas comerciales, como un objeto curioso lleno de misterio y de leyenda, apareciendo en libros de magia natural o alquimia, así como en algunos tratados sobre máquinas de guerra, entre los siglos XV y XVII. Paralelamente, en esta época, la cometa se introduce en la cultura popular occidental como un juego que es practicado por los niños.Pero a lo largo del siglo XVIII, la cometa empieza a aparecer en distintos tratados de física o filosofía natural y matemáticas, con un fin claramente didáctico, como por ejemplo, explicar la resistencia de los fluidos, el equilibrio de las fuerzas mecánicas que aparecen en este objeto volador o su uso como instrumento de estudio de la electricidad atmosférica.