Dos nuevos Cursos de Verano de la Universidad de Málaga han comenzado hoy en la sede de Marbella. Organizados por la Fundación General de la UMA, durante dos jornadas se analizarán, por un lado, las claves para convivir con el estrés y la ansiedad y, por otro, el futuro de la planificación urbanística.
El primero de ellos está dirigido por Pablo Lara, director de la Unidad de Salud Cerebral del Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (CIMES-UMA) y catedrático de Fisiología, y la profesora Encarnación Blanco, especialista en Farmacología Clínica y miembro del Comité Coordinador de Ética de la Investigación Biomédica de Andalucía.
“Sin duda, estamos viviendo en la sociedad más estresada de la historia, nunca hasta ahora se habían diagnosticado más trastornos mentales”, ha afirmado Lara, también director de la Cátedra ASISA de Salud Cerebral y Cognitiva. Aunque ha puntualizado que ahora las posibilidades diagnósticas son mayores y que, a veces, las tasas de depresión o ansiedad no se corresponden con la realidad de personas que cumplen los criterios clínicos, ha recalcado que hay una incidencia creciente, sobre todo en la población infantil y juvenil, “con un aumento grande después de la pandemia”.
Además, ha añadido: “Vivimos a un ritmo vertiginoso, debemos preguntarnos hacia dónde nos dirigimos porque las agendas que tenemos nos conducen a un estado de estrés continuo, que puede hacer que agote nuestra capacidad de resistencia y se convierta en ansiedad patológica, lo que sí puede dar lugar a enfermedades”. Al respecto ha añadido que el tratamiento farmacológico, igual que la incidencia, va en un aumento exponencial y considera que existe una sobremedicalización de los trastornos mentales.
“Tenemos que convencernos, porque es una realidad, de que el estrés y la ansiedad son compañeros habituales de viaje. Son herramientas maravillosas para ayudarnos en nuestro crecimiento y desarrollo profesional, sin ellos es como si nuestros músculos no tuvieran tono”, ha explicado el especialista. “Estamos acostumbrados a pensar que la felicidad es muy positiva y la ansiedad negativa y no es así, es una emoción más porque tenemos retos y desafíos a los que enfrentarnos”, ha analizado el catedrático. Lara ha señalado que lo importante es distinguir entre una ansiedad buena, que es la adaptativa, y la patológica, que se centra en el problema y no en la búsqueda de soluciones. Además, ha destacado que el autoconocimiento es fundamental, sabiendo cómo somos, cuáles son nuestras circunstancias, nuestro estado de ánimo habitual… podremos responder de la mejor manera.
Prevención de la ansiedad
En este mismo seminario ha participado la investigadora Ana González-Pinto Arrillaga, catedrática de Psiquiatría en la Universidad del País Vasco (UPV). La experta también ha incidido en la importancia de diferenciar la ansiedad no adaptiva (que sería un factor de riesgo), de lo que es un trastorno mental (una enfermedad).
“Si hablamos de trastorno de ansiedad afectaría alrededor de un 10 por ciento de la población, si es ansiedad desadaptativa, la cifra subiría a casi el 40 por ciento”, ha aclarado. Además, ha explicado que la ansiedad y la depresión tienen una prevalencia parecida y la tasa de depresión es más baja que la media europea. En cuanto al consumo de fármacos está de acuerdo con el catedrático Pablo Lara: “Sabemos que es excesivo”.
En cuanto a la prevención, González-Pinto ha indicado que se investigan las bases genéticas y las biológicas para conseguir nuevas maneras de abordar la ansiedad; aspectos inflamatorios o hormonales, factores en la infancia… y que también hay bastantes ensayos clínicos sobre tratamientos psicológicos para tratarla. Además, ha propuesto la enseñanza de técnicas en las escuelas para dar cultura sobre salud mental que ayudarían a los niños y niñas a aprender a manejar el estrés u otros problemas a lo largo de su vida.
“El nuevo plan (de Marbella) devolverá la seguridad jurídica que la ciudad demanda”
En el Hospitalillo también ha comenzado hoy el Curso de verano de la UMA “La planificación urbanística: presente y futuro”, que durante dos días analizará la organización del territorio desde ópticas como el derecho, el turismo o la sostenibilidad. La arquitecta y coordinadora del nuevo Plan General de Ordenación Municipal de Marbella, María Medina, ha participado esta mañana en la actividad para compartir el proceso de elaboración de este documento clave para el futuro de la ciudad, un encargo que ha definido como “una tarea de obstáculos, pero muy bonita”, marcada por un cambio legislativo en mitad del camino. “Comenzamos el documento conforme a una normativa y, con un avance ya redactado, decidimos adaptarlo a la nueva legislación urbanística, entonces recién aprobada y sin reglamento”, ha detallado, en relación a la LISTA.
Medina ha asumido el reto de ordenar la realidad urbana existente en una ciudad que contaba con un plan urbanístico de 1986 y que ya, según la ponente, no reflejaba su crecimiento. “El nuevo plan reconoce 53 millones de metros cuadrados de suelo urbano frente a los 40 millones que contemplaba el anterior. Es decir, había 13 millones de metros cuadrados que no estaban contemplados como urbanos y ahora sí lo están”, ha señalado la arquitecta.
Por ello, Medina ha subrayado la importancia simbólica y práctica de esta actualización. “Tener el PGOM de Marbella va a significar, en términos simbólicos, devolver la seguridad jurídica que la ciudad tanto demanda”. Además, ha explicado que el nuevo plan se ha concebido con seis objetivos clave: una Marbella verde, ordenada, inclusiva, eficiente, conectada y sostenible. “Todos esos objetivos generales se desarrollan en una serie de líneas estratégicas que pretendemos alcanzar con la nueva ordenación”, ha apuntado.
En respuesta a una de las grandes demandas ciudadanas, Medina ha afirmado que el plan sí contempla actuaciones en materia de acceso a la vivienda. “Todas las actuaciones van a tener su vivienda protegida. Y, aunque el uso turístico no se regula en el PGOM, sí se está trabajando en ello desde el Plan de Ordenación Urbana, que también está en redacción”, ha aclarado.
En esta línea, la arquitecta ha defendido una planificación “más flexible y adaptable” a la realidad social a través del uso de indicadores frente a los tradicionales parámetros urbanísticos: “Pensamos que de esta manera podemos adaptar mejor la planificación a las necesidades reales que nos encontramos en cada momento. Nuestra máxima en el plan es mejorar la calidad de vida de la ciudadanía de Marbella”. Con la propuesta final ya aprobada, la declaración ambiental estratégica se encuentra en trámite, lo que sitúa la aprobación definitiva en un horizonte de unos seis meses, siempre que se cumplan los plazos previstos. “Estoy muy orgullosa de lo que hemos conseguido reflejar en este documento, así que espero que luego también se vea reflejado en la realidad, que es lo importante”, ha concluido.
Durante la presentación del seminario, su director, el profesor de Derecho Administrativo de la UMA Manuel Moreno Linde, ha comentado que uno de los temas principales será abordar el reto de crear “ciudades equilibradas”, en un contexto marcado por el turismo masivo y el encarecimiento de la vivienda. “Estamos encontrando ahora ciudades turistificadas, sometidas a una presión muy importante, y estas son precisamente las ciudades desequilibradas”, ha señalado. Frente a esta situación, ha defendido que los planes urbanísticos deben repartir actividades en las distintas zonas del municipio para que todas estén adecuadamente integradas y evitar estas tensiones. “Los planes urbanísticos son el instrumento más poderoso que tienen los ayuntamientos para promover el progreso económico y para facilitar a las personas la satisfacción de sus aspiraciones en la ciudad”, ha subrayado.
En este sentido, ha reconocido que, a pesar de ello, los Planes no siempre están respondiendo a las necesidades reales de la población, especialmente en lo que respecta al acceso a la vivienda: “La verdad es que en muchos casos no se cumple. La planificación urbanística puede contribuir a facilitar el derecho de acceso a la vivienda de todos los ciudadanos y que no sean expulsados, como está ocurriendo en los últimos tiempos. Estos desequilibrios llevan a un modelo de ciudad menos humana, en los que parece que prima más el interés económico”, ha lamentado. Para cerrar, y haciendo referencia a la elección de Marbella como sede del curso, Moreno Linde ha valorado la reciente aprobación inicial del nuevo PGOM como “un paso muy importante”, ya que será el primer plan general adaptado a la nueva Ley.
Los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga en Marbella están organizados por la Fundación General de la UMA con la colaboración del ayuntamiento de la ciudad. La oferta formativa en esta sede cuenta con el respaldo de entidades como el Museo del Grabado Español Contemporáneo, la Cátedra Asisa de salud cerebral y cognitiva y el Instituto de Investigaciones Jurídicas en Gobierno y Territorio (I-INGOT).