Los investigadores de la UNED siguen contribuyendo a la divulgación científica en campos académicos tan diversos como la filosofía, la ingeniería energética, la paleontología o la psicobiología, demostrando la vitalidad de los distintos departamentos de investigación de una universidad atenta a las cuestiones que dan forma al mundo contemporáneo. Repasamos la información más destacada de un año lleno de descubrimientos.
Afrontar el problema de la hiperinformación
El profesor de Historia de la Filosofía Antigua del Departamento de Filosofía de la UNED, Iker Martínez Fernández, abordaba, en un artículo publicado por The Conversation en noviembre, una de las cuestiones centrales de nuestro tiempo: la sobreexposición a la información del individuo moderno y la angustia generada por la incertidumbre política, económica y social de un mundo zarandeado por crisis, guerras, pandemias e inestabilidad. Martínez Fernández, en “¿Puede el estoicismo ayudarnos en estos tiempos de incertidumbre?”, analizaba el interés creciente en los últimos años en la filosofía de los estoicos.
En “un mundo en el que las emociones parecen ocupar un puesto relevante en los relatos de articulación social”, el profesor Martínez Fernández considera que el estoicismo, que ubica la razón en el centro de su sistema filosófico, gana en atractivo para un público cada vez mayoritario desde que, en 1998, el filósofo estadounidense Lawrence C. Becker publicara “A New Stoicism”, el inicio de lo que el profesor llama Neoestoicismo.
El “acentuado” moralismo de la filosofía fundada por Zenón de Citio en Atenas en el siglo III antes de Cristo, llamada así por ser la Stoa (Pórtico) del Ágora de la ciudad el lugar elegido para sus lecciones, “se ajusta muy bien a un mundo con una tendencia creciente a abordar toda actividad humana desde un punto de vista prioritariamente moral”. El estoicismo, con su preocupación por robustecer el carácter de los individuos, de hacerlos sabios, moderados, justos y fuertes, resistentes a los vaivenes de la vida, gana adeptos como asidero ético en tiempos de confusión como los actuales, en los que los problemas generalizados de estrés, ansiedad y depresión reflejan el desconcierto ante el derrumbe de las certezas que estructuran nuestro mundo desde el final de la II Guerra Mundial.
Un nuevo dinosaurio
En el mes de septiembre pudimos conocer, a través de la publicación de un estudio en la Zoological Journal of the Linnean Society, que el Grupo de Biología Evolutiva de la UNED había descubierto un nuevo dinosaurio que se estima habitó la península ibérica hace 122 millones de años. Unos restos descubiertos entre 2005 y 2008 en Morella (Castellón) han sido por fin descritos y catalogados, revelando su pertenencia a un dinosaurio que probablemente superara los veinticinco metros de longitud y los once de altura y que vivió en el Cretácico Inferior.
El hallazgo se enmarca dentro de las actividades que el Grupo, en colaboración con el Departamento de Geología de la Faculdade de Ciências de la Universidade de Lisboa, el Institut Català de Paleontologia, el Museo de Ciencias Naturales de València, la Universitat Jaume I de Castelló, la Universidad Autónoma de Madrid y la asociación de defensa del patrimonio geológico y paleontológico Grup Guix de Vila-real, llevan a cabo en una zona considerada por los expertos como de las más ricas en yacimientos fósiles de Europa.
Bautizado como Garumbatitán (Garumbatitan morellensis) por haber sido encontrado junto a la Muela de Garumba, el dinosaurio pertenece al famoso orden de los saurópodos, herbívoros cuadrúpedos de proporciones colosales con el característico cuello largo que Steven Spielberg popularizó en los años 90 con el Braquiosaurio (Brachiosaurus altithorax) de su película Jurassic Park.
Los restos, entre los que se encuentran dos pies articulados casi completos (una auténtica rareza en el registro fósil), pertenecen a cuatro individuos, tres de ellos catalogados como Garumbatitanes. Uno de los cuales, por el fémur de dos metros de altura y las vértebras de un metro de ancho analizadas, pudo ser de tamaño excepcional, lo que refuerza su parentesco con saurópodos titanosaurios tan célebres como el Argentinosaurus huinculensis, criatura de 35 metros de longitud y casi setenta toneladas de peso que habitó lo que hoy es América del Sur.
Conocer mejor el efecto del cannabis en los adolescentes
También en septiembre el equipo formado por Alejando Higuera Matas, decano de la Facultad de Psicología de la UNED; Javier Orihuel Menéndez, investigador predoctoral del departamento de Psicobiología de la UNED; Marta Casquero-Veiga, investigadora; María Luisa Soto-Montenegro, investigadora, Manuel Desco, investigador; Marta Oteo Vives, investigadora; Marta Ibáñez-Moragues, investigadora; Natalia Magro-Calvo, investigadora; Víctor M. Luján, investigador; Miguel Ángel Morcillo Alonso, jefe de la Unidad de Aplicaciones Biomédicas y Farmacocinética CIEMAT; y Emilio Ambrosio Flores, catedrático de la Facultad de Psicología de la UNED, reveló los resultados de un estudio sobre los efectos a largo plazo del cannabis en la estructura y función del cerebro adolescente.
Publicada en la revista European Neuropsychopharmacology del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, la investigación utilizó técnicas de neuroimagen como resonancias magnéticas y tomografías por emisión de positrones para evaluar los efectos de los componentes psicoactivos del cannabis en el cerebro de ratas adolescentes tanto machos como hembras.
La experimentación en animales permitió a los investigadores controlar las variables no deseadas que, en el caso de las pruebas con humanos, pueden afectar a los resultados. Estas variables pueden ser, por ejemplo, el estrés producido por algún suceso traumático, la ingesta de otro tipo de drogas durante el proceso de análisis o la manifestación de alguna psicopatología. El estudio arrojó conclusiones interesantes: en las ratas macho el cannabis provocó alteraciones en el metabolismo del cerebelo y del bulbo olfatorio, reduciendo a su vez el tamaño de la zona del cerebro encargada de planificar acciones o de controlar la voluntad. Sin embargo, en las hembras causó un aumento del metabolismo en esa misma región cerebral, así como en la zona donde se alberga la memoria.
Una patente para producir mejor energía renovable
En marzo, el Grupo de Investigación de Sistemas Térmicos y Energía Renovable de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UNED, dirigido por el catedrático de Ingeniería Energética de la UNED Antonio José Rovira de Antonio, anunció el exitoso desarrollo de un nuevo receptor solar que, aplicado tanto a plantas termosolares de torre como a sistemas que concentran la radiación solar y la convierten en energía (Fresnel), reduce los costes de producción al tiempo que incrementa la eficiencia térmica del proceso.
El receptor, desarrollado en colaboración estrecha con el Instituto IMDEA Energía de la Comunidad de Madrid, se articula en torno a estructuras compactas en configuración radial diseñadas ex profeso para aprovechar el fluido de trabajo del gas presurizado o de un fluido supercrítico, es decir, que está en un punto de equilibrio entre líquido y vapor. Al aumentar la superficie de contacto, la estructura atrapa una cantidad mucho mayor de calor evitando pérdidas, concentrando el máximo flujo solar en su zona central y aumentando el área de superficie absorbente expuesta a la radiación. Este receptor, según sus desarrolladores, puede aumentar la eficiencia de la producción energética de las plantas termosolares al tiempo que permitiría la descarbonización progresiva de la producción de calor para la industria.