Una investigación realizada en la Universidad de Granada ha analizado cuál debe ser el papel de los hombres como aliados de las mujeres para combatir el sexismo, determinando la importancia de que los hombres que actúan como aliados de la causa feminista no solo deben realizar acciones que hagan a las mujeres sentirse mejor, sino que también debe promover el empoderamiento de las mujeres para empujarlas a seguir luchando por la igualdad
Este trabajo, realizado en el departamento de Psicología Social de la UGR publicado en la revista Frontiers in Psychology, ha analizado las motivaciones que llevan a los hombres a combatir el machismo, mediante una encuesta realizada a 592 estudiantes universitarios varones. Los resultados confirmaron la existencia de dos caminos diferentes que pueden llevar a los hombres a confrontar el sexismo: una ruta feminista y una paternalista.
“Los hombres con altas creencias sexistas benévolas pueden confrontar por razones paternalistas (“los hombres deben proteger a las mujeres”), mientras que los hombres que más se identifican como feministas es más probable que confronten por razones igualitarias”, destaca la autora principal de este trabajo, Lucía Estevan Reina.
Además el trabajo reveló que sólo la ruta feminista explica las intenciones de participar en acciones colectivas por los derechos de las mujeres y el interés y compromiso con el movimiento de hombres por la igualdad, “señalando de este modo las potencialidades del feminismo y los límites del paternalismo a la hora de explicar otro tipo de acciones que promueven el cambio social”.
Feminismo frente a paternalismo
La investigación también ha analizado las consecuencias que tiene para las mujeres la confrontación por parte de los hombres en función de si se lleva a cabo de manera feminista o de manera paternalista. En este caso participaron 456 mujeres (estudiantes) de tres países diferentes (España, Alemania y México).
“En los tres países las mujeres experimentaron más empoderamiento y bienestar (es decir, más alegría y menos ira) tras ver a un hombre confrontar un comentario sexista (en una viñeta) de manera feminista que tras verlo confrontar de manera paternalista”, señala Estevan Reina. Además, el mayor empoderamiento que experimentaron las mujeres las llevó a expresar mayores intenciones de confrontar en el futuro, lo que pone de manifiesto que los confrontadores feministas son mejores aliados que los paternalistas, no sólo porque hacen a las mujeres sentirse mejor, sino también porque las animan a seguir luchando.
La última parte de la investigación de la UGR analizó cuándo y por qué las mujeres perciben a los hombres como aliados, y qué implicaciones tiene en las relaciones interpersonales e intergrupales. Los resultados mostraron que las mujeres prefieren tener cerca (como familia, amigos…) a hombres que confrontan el sexismo de manera feminista que a hombres que confrontan de manera paternalista o que no confrontan.
“Además, a los confrontadores feministas les atribuyen mayores intenciones de participar en acciones colectivas por los derechos de las mujeres que a los confrontadores paternalistas. Y todo ello se debe a que a los confrontadores feministas se les percibe en mayor medida como aliados”, destaca la autora. Además este trabajo señaló que para que las mujeres identifiquen a un hombre como aliado es importante que le atribuyan una motivación igualitaria (no paternalista) y que no perpetúe las relaciones de poder.
Lucha contra la desigualdad
Esta investigación de la UGR tiene importantes implicaciones prácticas, especialmente a la hora de desarrollar intervenciones sociales dirigidas a combatir la lucha contra la desigualdad (talleres, campañas de sensibilización etc.), que pongan el foco en los hombres.
“Pero también nuestros resultados pueden ser de utilidad para los y las activistas que debaten sobre la conveniencia de incorporar a los hombres como aliados en las movilizaciones feministas”, señala Lucía Estevan Reina.
Por último, este trabajo invita a reflexionar a aquellos hombres que quieren convertirse en aliados de las mujeres sobre cuál es la mejor forma de hacerlo. “De este modo permite reemplazar el debate sobre si los hombres deben o no implicarse en la lucha contra la desigualdad, por el de cómo debe producirse esta implicación para que contribuya realmente a promover el cambio social”, apunta la autora.
Este domingo, 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer.