Reconvertir los muros de la Cárcel Vieja, huella de este espacio de represión, y albergar en su perímetro un gran huerto urbano vertical es la esencia del trabajo académico con el que Jesús Escribano Martínez (Murcia, 1991) ha concluido su grado en Arquitectura en la Universidad Politécnica de Cartagena.
El trabajo final de carrera del estudiante de la UPCT, dirigido por la arquitecta María José Muñoz Mora, sugiere así conservar la memoria de la Cárcel Vieja de Murcia pero transformando el antiguo corredor penitenciario en un espacio de encuentro comunitario a través de la horticultura.
“La idea es que la recuperación del espacio esté centrada en la huerta de Murcia, clave en la identificación cultural de los habitantes del municipio y en la historia de la ciudad”, explica el joven arquitecto.
A partir de técnicas innovadoras como los cultivos hidropónicos, el alumno de la Escuela de Arquitectura basa su propuesta de rehabilitación de la prisión provincial en la huerta y gastronomía, ubicando dentro del espacio laboratorios de I+D+i agroalimentario, así como espacios para el intercambio y la comercialización.
