El ácido acético es un contaminante atmosférico presente habitualmente en el interior de los edificios. Su presencia y acumulación puede ser nociva para las personas y es, además, causa del deterioro de las obras de arte. De ahí, la importancia que deriva del descubrimiento realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante de un nuevo método de detección de este ácido en el ambiente, mucho más sencillo y preciso que los existentes hasta ahora.
Manuel Ortuño, profesor del departamento de Física, Ingeniería de Sistemas y Teoría de la señal, explica como su equipo (formado por Wafaa Miloua, alumna del programa de doctorado en Física aplicada a las Ciencias y las Tecnologías; Adrián Romo, alumno del máster en Prevención de Riesgos Laborales; y Víctor Navarro, especialista técnico del departamento de Física, Ingeniería de Sistemas y Teoría de la señal) descubrió a partir de un trabajo que estaba llevando a cabo con material holográfico cómo la utilización de cierto aditivo cambiaba de color cuando detectaba la presencia del ácido acético. A partir de este hallazgo casual, se inició una investigación que ha dado como fruto el diseño de un dispositivo y un software que, ya patentado, estará muy pronto listo para su comercialización y que va a ser probado, en breve, en el MUA (Museo de la Universidad de Alicante).
“Se trata de un dispositivo que monitoriza constantemente el aire para ver cómo varía la concentración de ácido acético”, explica Manuel Ortuño. Por ello está especialmente indicado para lugares de trabajo donde, debido a su actividad, se genera este contaminante atmosférico y también a museos o lugares donde se expongan o almacenen obras de arte ya que su presencia es muy dañina para las piezas.
“Las ventajas de esta tecnología con respecto a las ya existentes son muchas”, afirma el profesor, quien detalla que, además de su fiabilidad y facilidad de uso, permite la detección específica de ácido acético y cuantificar su concentración, discriminándolo de otros compuestos de carácter ácido con los que pueda estar mezclado y lo hace de una forma rápida, sencilla e intuitiva, generando un cambio de color apreciable visualmente. Además, se puede realizar la detección del ácido acético en distintos medios (en fase líquida, sólida, gaseosa o cualquier combinación de ellas), es posible regenerar el medio activo de detección mediante un proceso sencillo por lo que puede reutilizarse y, por tanto, reducir la generación de consumibles y residuos; puede ser utilizado por personal sin formación especializada y es, además, un menor coste que las otras tecnologías.