El visionado de películas y series en versión original se convierte en la mejor academia para aprender una segunda lengua: facilita la inmersión en el idioma, conocer cómo se habla realmente y aporta otras ventajas que da a conocer una profesora de la Universidad de Málaga (UMA).
El inicio de un nuevo curso viene acompañado también de buenos propósitos y de metas a conseguir. Entre las que se marcan los estudiantes universitarios hay una recurrente: aprender una lengua extranjera, principalmente inglés. Para ello se acude a la escuela de idiomas de la universidad, a academias privadas, incluso a cursos a través de internet. Sin embargo, no se repara en un recurso totalmente gratuito y de acceso muy sencillo, con el que se aprenden idiomas casi sin darse cuenta y mientras se pasa un buen rato.
Quien todavía no haya caído en la cuenta y necesite más pistas para conocer esa forma sencilla y efectiva de aprender idiomas, de gran éxito en países como Dinamarca, Suecia o incluso Portugal, solamente tiene que encender su dispositivo electrónico favorito (móvil, tablet, ordenador o televisión), buscar una buena película o serie en lengua inglesa y verla en versión original con subtítulos. Esa es. Así de sencillo.
Por qué las películas y las series en versión original son las mejores academias de idiomas
El consumo de productos audiovisuales en versión original se ha convertido en una de las mejores estrategias para aprender idiomas porque:
- Facilita una inmersión en la lengua que difícilmente se logra mediante las clases que se ofrecen en los centros educativos.
- Pone al alcance de los espectadores el lenguaje que se utiliza realmente, con sus acentos y sus jergas, y no el idioma estándar que se transmite en los libros de texto y otros recursos más formales para el aprendizaje de una segunda lengua.
Lo saben los países con tradición subtituladora, donde una buena parte de su población domina el inglés sin haber pisado una academia ni haber recibido ninguna clase particular.
La profesora de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga, Patricia Álvarez Sánchez, defiende el consumo de contenidos audiovisuales en versión original, porque «es un material que está ahí, que representa el lenguaje real, con el acento de una persona nativa y que representa un recurso muy motivador, que además facilita la inmersión en esa lengua».
Ventajas de aprender idiomas con contenidos en versión original
En todo proceso de aprendizaje, las emociones son fundamentales y en este sentido, la estrategia de aprender con series y películas en versión original cuenta con la ventaja de generar una implicación mucho mayor que la lograda por el profesorado en la clase de inglés, donde se trabaja con un material que fuerza la conversación hacia el área del idioma que se esté tratando en ese momento e impide que fluya de manera natural. Aunque, como opina Patricia Álvarez, esto está cambiando y cada vez más maestros y profesores cambian la dinámica de sus clases para hacerlas más inmersivas.
A pesar de los esfuerzos por innovar, el profesorado se encuentra con dos problemas fundamentales, dice. Por un lado, el número de estudiantes, que hace imposible hacer un seguimiento mucho más cercano; y por otro, en Primaria y Secundara deben ceñirse a programaciones docentes muy estrictas de las que no pueden salirse.
Otra ventaja de aprender un idioma a través de materiales audiovisuales viene dada porque este formato supone un canal más efectivo, ya que aporta tanto información auditiva como visual, lo que ayuda a memorizar. Las mismas situaciones que se muestran en las tramas de las producciones audiovisuales ayudan a comprender la otra lengua.
«Es más fácil aprender a través de varios sentidos. La mayoría de las personas aprenden visualmente: si se ve algo, es mucho más fácil recordarlo, por eso cuando se estudia se hacen esquemas y se usan colores. Así, el propio contexto ayuda a entender la situación y entender el idioma, y la unión de lo visual y lo auditivo refuerza el aprendizaje», añade esta profesora de la Universidad de Málaga.
A partir de qué edad se pueden usar los contenidos en versión original para aprender una segunda lengua
¿Y los niños? También ellos se pueden beneficiar de ver dibujos animados y otros programas en versión original. A partir de seis años se puede comenzar a ver televisión con subtítulos. Tiene que ser un material adecuado a su edad, que les guste y motive, y también que sea algo ya conocido, para que no les resulte tan extraño verlo en otro idioma.
Patricia Álvarez Sánchez explica que en el caso de los niños, ver series o programas que ya conocen en versión original no les resulta tan complicado, porque en este tipo de contenidos se repiten situaciones, siempre comienzan de la misma manera, tienen estructuras que se utilizan una y otra vez… porque, en el fondo, estas producciones están pensadas para que los niños y niñas aprendan a relacionarse con su entorno como, por ejemplo, se hace en series como Peppa Pig o Pocoyo. Estas estructuras repetitivas facilitan también aprender otro idioma si se ven en original.
Además, el consumo de estos contenidos en versión original también motiva a que los niños aprendan a leer, porque quieren enterarse de lo que dicen sus personajes favoritos. Esto mismo, afirma la profesora de la Universidad de Málaga, lo comprobó el investigador danés Henrik Gottlieb, que afirmó en un estudio que en su país natal “los subtítulos son el primer motivo que anima a los niños a aprender a leer”.
Por qué en España no hay tradición subtituladora y cuáles han sido sus consecuencias
Tanto en España como en Italia, la cultura subtituladora se cambió por el doblaje, debido a que las dictaduras fascistas de ambos países querían tener un control total sobre los mensajes que se ofrecían en las películas que llegaban de fuera, y la mejor manera era sustituir los diálogos en inglés (o el idioma que fuese) por otros en español, sin que nadie tuviera la posibilidad de conocer lo que se decía en la cinta original.
Esta práctica ha llevado a que el 56 por ciento de los españoles y el 59 por ciento de los italianos aseguren que no son capaces de comunicarse en ninguna segunda lengua, según datos recabados por el estudio Europeos y sus lenguas (Europeans and their Languages). Este mismo informe constata que donde la televisión se visualiza en la lengua original, subtitulada en la lengua materna, gran parte de la población domina dos lenguas extranjeras, lo que pone de manifiesto los beneficios de ver películas y series en versión original.
El aprendizaje de una lengua es proceso largo y costoso. Se ha demostrado que las clases que se reciben en colegios e institutos resulta insuficiente para dominar una segunda lengua. Se necesitan escenarios inmersivos y el cine, la televisión, las series, la música… se convierten en recursos muy valiosos. ¿Por qué o aprovecharlos y alcanzar una de las metas propuestas para este curso?