Un equipo de tres universidades españolas: UPV, UOC y UAB ha usado algoritmos de enrutamiento para hacer más eficientes los desplazamientos de los profesionales sanitarios en territorios ubicados a más de 45 minutos a pie o en bicicleta de un centro médico de atención primaria
En el ámbito rural, la ciudad de los quince minutos andando se conoce como territorios de 45 minutos. Es decir, zonas en las que en 45 minutos a pie o en bicicleta sus habitantes puedan acceder a todo lo que es necesario para una buena calidad de vida. El 85 % del territorio español se considera área rural, con una densidad media de 17,7 personas por kilómetro cuadrado. En esta extensa y despoblada España rural, «se estima que el 9 % de los municipios no cumplen con la regla de los 45 minutos«, señala Cristian Castillo Gutiérrez, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) e investigador del grupo Sostenibilidad, Gestión y Transporte (SUMAT).
Para aproximar a la población rural un servicio básico como es el de la asistencia sanitaria de atención primaria, Castillo ha liderado una investigación —con investigadores de la UOC, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV)— que utiliza algoritmos para crear rutas eficientes para vehículos de asistencia médica. «De este modo, la población de estas áreas, mayoritariamente envejecida y con poco acceso a transporte público, no tiene que desplazarse hasta un centro médico», explica el profesor de la UOC.
En concreto, el estudio utiliza algoritmos de enrutamiento, que son los encargados de diseñar las rutas más eficientes según parámetros como las prioridades, los tiempos de visita y la distancia de los desplazamientos. Los algoritmos creados son escalables y personalizables.
En el desarrollo de los algoritmos y las pruebas computacionales posteriores han participado los investigadores Ángel A. Juan, catedrático e investigador del Centro de Investigación en Gestión e Ingeniería de Producción (CIGIP) en el campus de Alcoy de la UPV, y Javier Panadero, profesor titular del Departamento de Arquitectura de Computadores y Sistemas Operativos de la UAB. Ambos coordinan el grupo de investigación interuniversitario ICSO, así como la red de investigación en transporte e inteligencia artificial.
Según explica Ángel A. Juan, «los algoritmos inteligentes que nuestro grupo de investigación desarrolla son capaces de resolver problemas de optimización complejos, como los de encontrar las mejores rutas para vehículos o, como en este proyecto, contribuir a trazar esas rutas para que todas las zonas rurales puedan tener acceso a asistencia sanitaria». “Este trabajo ha sido muy gratificante, puesto que ofrece herramientas de Inteligencia Artificial para mejorar el acceso a la asistencia sanitaria”, añade Javier Panadero, “y ha permitido extender y fortalecer la ya estrecha colaboración entre las tres universidades participantes, abriendo la puerta a seguir investigando en esta línea para seguir ofreciendo herramientas que faciliten la vida a las personas que viven en la denominada ‘España vacía’”.
El trabajo, cuyos resultados han sido publicados en abierto en la revista científica Socio-Economic Planning Sciences, consta de una simulación de enrutamiento en una provincia rural. Se trata de una simulación llevada a cabo en Segovia, provincia donde el 11,8 % de los municipios están situados a más de 45 minutos a pie de un centro de atención primaria. «Es una simulación perfectamente trasladable a cualquier otra parte del Estado», afirma Castillo, que es experto en sistemas integrales de gestión, operaciones y logística. En este sentido, el profesor de la UOC indica que ponen «los conocimientos del estudio a disposición de las administraciones públicas que quieran aplicarlos».
La España vacía
El 15,9 % de la población española, algo más de 7,5 millones de personas, vive en áreas rurales, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Se incluyen en la definición de zonas rurales los municipios con menos de 30.000 habitantes y con una densidad de población inferior a 100 habitantes por kilómetro cuadrado. En una escala más pequeña, 4,45 millones de habitantes están censados en municipios con menos de 5.000 habitantes, y aproximadamente la mitad de estos últimos (2,2 millones) lo están en municipios con una población inferior a los 2.000 habitantes.
El gran despoblamiento de estos entornos rurales en comparación con las grandes concentraciones de población en el mundo urbano ayuda a entender «las enormes dificultades de la población rural para acceder en igualdad de condiciones a todos los recursos públicos y servicios necesarios para llevar una vida digna», según términos empleados por el propio Ministerio.