Intercampus, el ‘Erasmus’ de países hispanos desaparecido y la pertinencia y oportunidad de rescatarlo para fomentar la cooperación científico-académica con Iberoamérica

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Artículo de José Luis Verdegay. Departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Granada.

La cooperación académica universitaria, mediante el aprendizaje permanente, es una de las mejores herramientas para impulsar el desarrollo educativo, profesional y personal en cualquier ámbito, que contribuye al crecimiento sostenible, al empleo de calidad y a la cohesión social, además de impulsar la innovación y fortalecer la identidad institucional o regional, como ha sido  el caso del Programa Erasmus, un instrumento clave para el desarrollo de un Espacio Europeo de Educación. El éxito del Programa Erasmus ha sido y es tan notable que la propia Unión Europea decidió ampliar el área de cobertura del mismo a toda Iberoamérica con el objetivo claro de favorecer una percepción clara y global de Europa en Hispanoamérica y contribuir al desarrollo de aquella región.

Alumnos de la Universidad Nacional de Colombia. Fuente: UNAL.

En una primera aproximación a esta situación podría pensarse que el noble objetivo que plantea la Unión Europea serviría para incrementar la secular y positiva historia de cooperación entre España y los países hispanoamericanos. Pero no es así, porque en el nuevo marco de cooperación, el liderazgo de nuestro país se diluye en aras del mayor protagonismo que adquiere Europa en su conjunto. Así, si nos detenemos a analizar la vigencia de ese liderazgo, no encontramos pruebas que lo justifiquen, sino que por el contrario observamos como otros países de nuestro entorno tienen una presencia mucho más intensa y extensa en el ámbito académico que nosotros.

La ampliación del programa Erasmus por parte de la Unión Europea hacia Hispanoamérica no pretendía incrementar la secular y positiva historia de cooperación entre España y los países hispanoamericanos. Al contrario. El liderazgo de nuestro país en la región se diluye en aras del mayor protagonismo que adquiere Europa en su conjunto en la misma.

Pero la colaboración con las instituciones universitarias iberoamericanas, la profundización en el conocimiento mutuo y la construcción de espacios cooperativos comunes, son objetivos a los que no debiéramos renunciar porque  son ventanas de oportunidades que sin perjudicar a nadie, a todos nos interesan ya que sirven:

  • Para actualizar y generar el conocimiento de las respectivas realidades universitarias regionales y nacionales y  dinamizar vínculos personales y profesionales entre los actores, desde hace mucho tiempo casi sin contacto.
  • Para establecer  vínculos entre las instituciones universitarias españolas e iberoamericanas, que faciliten la colaboración científico-académica de interés mutuo.
  • Para incrementar el nivel de la formación del estudiantado de pre y postgrado, con especial énfasis en el de doctorado, así como para el perfeccionamiento del profesorado.
  • Para la puesta al día de los programas docentes universitarios a partir de las experiencias de otras realidades académicas.
  • Para afianzar las capacidades técnicas, gestoras y de vinculación de las universidades con el mundo productivo y empresarial, potenciando el emprendimiento.
  • Para promocionar las relaciones internacionales de cooperación interuniversitaria
Participación de la UNIA en la V Feria Estudiar en España de la Universidad Internacional de Andalucía.

Programa Intercampus, primer intento serio de cooperación con Iberoamérica

Contra lo que pudiera parecer, independientemente de que a lo largo de los años haya habido acuerdos, convenios o proyectos puntuales entre instituciones científicas iberoamericanas y españolas, hasta 1994 no hubo un programa bien establecido, bien financiado y con objetivos claros y beneficiosos para ambas partes. Éste fue el Programa Intercampus.

Efectivamente, Intercampus fue un programa de cooperación interuniversitaria creado en 1994 por el Instituto de Cooperación Iberoamericana de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), actualmente Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, con el propósito de superar la clásica concepción de ayudas y becas a estudiantes, y avanzar hacia la formación de un espacio iberoamericano que integrara y vinculara a estudiantes, profesores y gestores del ámbito universitario, para conformar un tejido cultural, económico y social común.

Así Intercampus se concibió como un programa de cooperación que permitiera a los participantes un alto nivel de integración en la Universidad y en la sociedad que escogieran para desarrollar su trabajo.

Sin embargo, a pesar del más que notable éxito demostrado y su prometedor futuro, el Programa fue revisado y reestructurado en el segundo semestre de 1996 pasando a denominarse, a partir de las Convocatorias de 1997, Programa de Cooperación Interuniversitaria en Iberoamérica (PCI), lo que supuso la revisión de sus objetivos, sus mecanismos de funcionamiento y su práctica desaparición, beneficiando con ello a otras iniciativas, otras instituciones y otros intereses, en algunos casos y por extraño que parezca, contrarios a los españoles.

El programa empezó a desarrollarse por etapas y así, a partir de las convocatorias de 1995, los posibles beneficiarios de las ayudas fueron ampliados a los colectivos de docentes y gestores universitarios y diversificadas las modalidades de intercambio. Después, en 1996, fue puesta en marcha la acción Redes Temáticas de Docencia.

En cuanto a su estructura, Intercampus suponía dos flujos: uno de participantes españoles hacia Hispanoamérica y otro de participantes hispanoamericanos hacia España (AL.E) aprovechando el diferencial que existe en la mayoría de los calendarios académicos universitarios de España con respecto a los de los países hispanos de América: Mientras en España entonces se producía un receso en los estudios durante los meses de julio, agosto y septiembre, y plena actividad universitaria de enero a marzo, en Hispanoamérica se daba la situación inversa.

Más concretamente el Programa Intercampus incluyó cuatro modalidades:

  • 1. Movilidad de estudiantes de postgrado y de los cursos finales de grado.
  • 2. Movilidad de profesorado, para ejercer tareas relacionadas con la docencia, o profesorado de reconocido prestigio para la realización de conferencias, clases magistrales o talleres.
  • 3. Movilidad de gestores universitarios
  • 4. Constitución de Redes Temáticas para el desarrollo de acciones ligadas a la docencia por parte de sus participantes.
XXI Asamblea Ordinaria y VIII Asamblea Extraordinaria de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUALC).

Los candidatos seleccionados tenían cubierto el alojamiento y la manutención en días lectivos por la universidad de acogida durante el período de diferencial académico superior a 6 semanas e inferior a 12 (10 de enero al 15 de abril, para los hispanoamericanos; 10 de julio al 15 de octubre para los españoles) y su obligación era la de colaborar en la organización y ejecución de temas ligados a tutorías, seminarios, jornadas y clases prácticas bajo la tutela de un profesor con vinculación permanente.

Los gastos de desplazamiento aéreo de los participantes españoles que viajaban a una universidad hispanoamericana los cubría el Instituto de Cooperación Iberoamericana de la AECI, pero en el caso de los hispanoamericanos, su desplazamiento a una universidad española corría a cargo del país de origen. Desde la AECI, entre otros se cubrían los gastos de seguro médico de todos los participantes y se ayudaba a los países de menor desarrollo relativo en la financiación de pasajes.

Hispanoamérica es una fuente de captación de alumnos internacionales preferente de las universidades españolas. Foto: UCAM.

La desaparición del programa Intercampus

Sin embargo, a pesar del más que notable éxito demostrado y su prometedor futuro, el Programa fue revisado y reestructurado en el segundo semestre de 1996 pasando a denominarse, a partir de las Convocatorias de 1997, Programa de Cooperación Interuniversitaria en Iberoamérica (PCI), lo que supuso la revisión de sus objetivos, sus mecanismos de funcionamiento y su práctica desaparición, beneficiando con ello a otras iniciativas, otras instituciones y otros intereses, en algunos casos y por extraño que parezca, contrarios a los españoles.

La siguiente tabla demuestra como a los dos años de su creación, Intercampus había experimentado un crecimiento notable, no sólo por las universidades que se adhirieron al mismo, sino por el caudal de participantes, principalmente estudiantes, que solicitaron que se les adjudicara  una plaza.

 199419951996199719981999
Estudiantes E.AL.66818742292837803680
Estudiantes AL.E. 9431184934830694
Profesores E.AL. 510566587506519
Profesores AL.E.  663607559447
Gestores E.AL. 4154375041
Gestores AL:E.   82531
Fuente: Informe de Evaluación 7/2000. El PCI en Iberoamérica. M.A.E. (2000)

Sin entrar en los detalles sobre las razones que llevaron a la progresiva desaparición del programa, lo que parece evidente a estas alturas es que el protagonismo que España tenía, refiriéndonos exclusivamente al ámbito universitario, se ha diluido casi por completo, pasando  a jugar un papel secundario en aquella área geográfica que, sin embargo, cuando sus universidades miran a Europa, lo primero que consideran son las universidades y centros de investigación españoles.

El protagonismo que tenía España en las universidades hispanoamericanas se ha diluido casi por completo, pasando a jugar un papel secundario en aquella área geográfica que, sin embargo, cuando sus universidades miran a Europa, lo primero que consideran son las universidades y centros de investigación españoles

Sin duda la puesta en marcha de nuevo de un Programa como el Intercampus, con los cambios que convengan para adecuarlo a las nuevas situaciones socio-económicas  iberoamericana y añadiendo parámetros que impulsaran la igualdad, la inclusividad y la equidad tendría efectos más que beneficiosos para todos, como por ejemplo podrían ser:

  • La profundización en el conocimiento de las respectivas realidades universitarias y nacionales y el establecimiento de vínculos personales y profesionales entre sus beneficiarios.
  • El establecimiento de vínculos entre las universidades españolas e iberoamericanas.
  • La mejora de la formación de los estudiantes de pre y postgrado
  • El perfeccionamiento del profesorado universitario
  • La mejora de los programas docentes universitarios
  • El fortalecimiento de las capacidades técnicas, gestoras y de vinculación con el mundo productivo y empresarial de las universidades, y
  • La promoción de la participación en la acción exterior y el desarrollo de modalidades innovadoras de cooperación interuniversitaria

La nueva sociedad que se adivina como producto de la disrupción que provoca la transversalidad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y particularmente el desafío que supone la Inteligencia Artificial, hace que este sea un momento idóneo para el relanzamiento de programas como los que comentamos, que ahora favorecerían el nuevo Espacio Iberoamericano de Educación que hay que construir obligada y colaborativamente sobre las bases que proporcionan las TIC, adecuadas a la realidad de la región, porque de no hacerlo así corremos grandes riesgos de colonización tecnológica y por tanto económica y cultural.

Dada la fortaleza y el liderazgo científico, tecnológico y empresarial del sector de las TIC en España,  y muy especialmente el de la Inteligencia Artificial, el hecho de que el español sea una lengua compartida con otras naciones representa una oportunidad de estrechar los lazos de cooperación con la Comunidad Iberoamericana, que nos da una ventaja competitiva que no podemos desaprovechar, y que por otro lado está completamente de acuerdo con la Agenda Digital para España y con la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación.

Indudablemente, la puesta en marcha de un nuevo Intercampus contribuiría decisivamente al logro de los objetivos previstos en ambos vectores de desarrollo.

Estudiantes enviados y acogidos en universidades andaluzas 1994-1998

  UniversidadEstudiantes E.AL. 1994-98 Enviados  % del totalEstudiantes AL.E. 1995-98 Acogidos  % del total
Almería590,91%270,69%
Cádiz1241,92%1022,61%
Córdoba2003,09%1203,07%
Granada2764,27%1493,82%
Huelva360,56%451,15%
Jaén480,74%391,00%
Málaga661,02%380,97%
Sevilla2954,56%1433,66%
Int. de Andalucía250,39%391,00%
TOTALES    1.129  17,46%702  17,97%
   Fuente: Informe de Evaluación 7/2000. El PCI en Iberoamérica. M.A.E. (2000) y elaboración propia.