¿Qué significa ser feliz para los vegetarianos?

Artículo de Jana Krizanová. Profesora del Departamento de Organización de Empresas II. Facultad de Educación, Economía y Tecnología de Ceuta. Universidad de Granada.

¿Qué significa ser feliz para los vegetarianos? Esta cuestión fue desarrollada por un equipo de la Universidad de Granada (UGR) formado por Jana Krizanova, profesora del departamento de Organización de Empresas II en el campus de Ceuta, y Jorge Guardiola, catedrático del departamento de Economía aplicada en Granada. En este trabajo científico se indaga sobre la conceptualización filosófica de lo que significa ser feliz para las personas que evitan el consumo de carne o también conocidas como las personas vegetarianas o veganas (en su vertiente más estricta).

En base a previas investigaciones, se ha demostrado que la relación entre el vegetarianismo y la felicidad humana se puede considerar compleja. Es decir, los resultados son mixtos, materializándose éstos en evidencias que confirman tanto que hay vegetarianos que son menos felices como también los hay que reportan ser más felices que las personas que consumen animales. Este estudio, particularmente, se ha centrado en arrojar más luz sobre la temática en cuestión, desde una perspectiva filosófica.

La literatura hasta ahora ha categorizado la felicidad humana en distintas ramas del bienestar subjetivo, analizando la satisfacción con la vida, el bienestar emocional o la vitalidad entre otros. Por tanto, encontramos distintas conexiones con las facetas hedónicas (buscando el placer más a corto plazo) o eudaimónicas (buscando el propósito más a largo plazo) de la felicidad humana que llegan a ser inconcluyentes en su relación con el vegetarianismo o veganismo. Dado que el camino más directo para encontrar las respuestas es a través de la formulación de preguntas adecuadas, hemos reformulado la estrategia para profundizar sobre esta problemática. A raíz de la previa argumentación nos planteamos lo siguiente ¿qué es lo que significa ser feliz para un ser humano que decide reducir su consumo de carne de forma deliberada?

Al indagar sobre la percepción filosófica de la felicidad, es imperativo mencionar aspectos que engloban nociones de ética y moralidad, aspectos muy vinculados con las motivaciones pro-colectivas del vegetarianismo y su ideología. El hecho de no consumir carne tiene un impacto positivo sobre la preservación del medio ambiente. Por ejemplo, una dieta vegetariana necesita aproximadamente tres veces menos recursos naturales como son la tierra y el agua para su cultivo que la dieta carnívora. Y todo esto, sin olvidarnos del componente compasivo que integran las dietas vegetarianas, ya que evitan en mayor o menor medida el consumo de los productos animales (dependiendo del grado de compromiso de la persona vegetariana). Así, el vegetarianismo contribuye de forma directa a reducir el sufrimiento animal en los sistemas masivos de producción de carne. En lo que se refiere a nivel más individual, no comer carne puede constituir una buena estrategia para liberar al organismo de diversas enfermedades como la diabetes, el cáncer de colon o mama, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, entre otras. Ojo, es importante resaltar que al igual que ocurre con otras dietas y formas de alimentarse, es imprescindible mantener un equilibrio de nutrientes para garantizar un funcionamiento óptimo del cuerpo.

Sin embargo, a pesar de reconocer los múltiples beneficios del vegetarianismo y de allí sus motivaciones orientadas hacia la mejora de la salud, el cuidado del medio ambiente, defensa de los animales o motivos espirituales o culturales, la probabilidad de que la sociedad se conciencie y reduzca su consumo de carne de forma sustancial es baja. Pues el consumo de animales es una actividad que muchas personas identifican como placentera, y por lo tanto conducente a obtener mayores niveles del bienestar hedónico a corto plazo. Por ende, dichas propuestas del vegetarianismo diseñadas para apoyar el bienestar común se convierten en unas proyecciones teóricas de soluciones que por ahora no pueden encauzar la situación del cambio climático, de la obesidad infantil, del gasto público destinado al tratamiento de enfermedades vinculadas con el consumo de carne, entre otros diversos retos clave. Por ello, creemos que si conocemos mejor lo que constituye el sistema moral de creencias de las personas y cómo estas conceptualizaciones pueden influir de una forma constructiva sobre el bienestar individual y colectivo, hemos proyectado este trabajo empírico sobre un cohorte amplio, educado, joven y residente en el Sur de España.

Por otro lado, dependiendo de la motivación acogida para ser vegetariano, distintos hábitos alimentarios reflejan distintas ideologías sobre el mundo y el comportamiento ético. Sin embargo, es importante considerar que con el tiempo las distintas motivaciones ya sean orientadas hacia el beneficio propio o hacia el bienestar colectivo, se entremezclan, constituyendo una base cada vez más sólida que sirve de pilar para continuar con las dietas sin carne. En esta línea, el aspecto ético de las personas es el que se preocupa por el bienestar y es aquel que más vinculado está con los fundamentos ideológicos, filosóficos o espirituales del movimiento vegetariano o vegano. Si tenemos que crear un boceto mental del perfil vegetariano, nos podemos ayudar con una visión común proveniente del pasado. Anteriormente, el perfil vegetariano o vegano se ha asociado con pensadores independientes, radicales en contra de la violencia, guerra u opresión. Además, este tipo de personas han interiorizado unos valores más liberales o altruistas en busca del bienestar global al contrario de los omnívoros, que se sitúan en una franja que les guía a decidirse más por la tradición, obediencia, familia y el orden social.

Basándonos en el desarrollo de la conceptualización filosófica de la felicidad, hemos empleamos ocho códigos morales: estoicismo, virtud, utopía, tranquilidad, plenitud, satisfacción, carpe diem y disfrute (ver figura abajo). Aquí, podemos categorizar los códigos morales en dos ramas: los primeros cuatro códigos se refieren hacia una orientación interior mientras que los cuatro restantes se dirigen hacia el exterior. Un paralelismo que nos puede servir de ayuda, serían las motivaciones intrínsecas (vienen de dentro) y las extrínsecas (vienen de fuera).

Entonces, volviendo a nuestra cuestión presentada en la introducción ¿Qué es la felicidad para los vegetarianos? Podemos concluir lo siguiente. Primero, un vegetariano entiende el concepto de la felicidad como llevar una vida tranquila (tranquilidad), actuar de forma correcta con los demás y consigo mismo (virtud), y ejercer plenamente sus capacidades (plenitud).

Segundo, hay vegetarianos que no conciben la felicidad como aceptar las cosas tal como son (estoicismo), o como disfrutar lo que uno ha conseguido en la vida (disfrute). Es decir, los vegetarianos se implican más en la parte ideológica y activista del movimiento vegetariano o vegano.

Tercero, en lo que se refiere a la perspectiva utópica de la felicidad y estar satisfecho con lo que tenemos y somos, los resultados no son concluyentes. Lo interesante es que los veganos no están de acuerdo con la felicidad concebida como utópica, que nos sugiere que la felicidad es un ideal inalcanzable. Dado que los veganos son la identidad vegetariana más estricta y éticamente comprometida, resulta comprensible apreciar este desacuerdo con la utopía, ya que los veganos con sus acciones diarias intentan desmitificar ese ideal inalcanzable por vía de sus decisiones firmes hacia un consumo más consciente, compasivo y ético.

Estos resultados confirman la constatación del filósofo, polímata y científico griego – Aristóteles –que perseguía la “grandeza del alma” a través de una vida virtuosa y ética que impregnaba las acciones orientadas hacia el respeto de otros seres, la compasión, la no violencia y la justicia. Por lo tanto, creemos que estos hallazgos pueden añadir un granito de arena para el futuro diseño de políticas públicas destinadas a promover un consumo más responsable, compasivo, proambiental y ético, considerando todos los grupos de interés al alcance inmediato desde una perspectiva filosófica y teniendo en cuenta el impacto a largo plazo, garantizando así el bienestar de todos.

Para ver la investigación completa, pueden consultarla aquí https://link.springer.com/article/10.1007/s10902-023-00650-6