Almería en invierno: propuestas para perderte entre naturaleza, patrimonio, gastronomía y tradiciones por el interior de la provincia

Actividades en la naturaleza como senderismo, trail o ciclismo de montaña se han convertido en el mejor pasatiempo de fin de semana para disfrutar del destino ‘Costa de Almería’

En los meses más fríos del año las localidades situadas en el interior de la provincia de Almería reciben cientos de visitantes, atraídos por sus paisajes, rincones con encanto y gastronomía

Actividades en la naturaleza como senderismo, trail o ciclismo de montaña se han convertido en el mejor pasatiempo de fin de semana para disfrutar del destino ‘Costa de Almería’

Cuando sientas que el frío entumece tus dedos y el sol se cuele entre las hojas de los árboles para calentar la tierra, es hora de viajar hacia los rincones más mágicos que alberga la provincia y el destino ‘Costa de Almería’.

Las localidades almerienses de interior esconden, no solo la historia que cuentan sus adoquines y casas encaladas rodeadas de ese olor tan característico a madera quemada, sino también parajes naturales y bosques llenos de encanto en los que perderse de principio a fin.

Así, recorrer la provincia de Almería es también conocer su fauna y flora, únicas en el mundo, cuyas singulares características rodearon y rodean su historia a través de aves, plantas, mamíferos, rocas o minerales como la calcita o concentraciones de arenisca.

Karst en Yesos de las Cuevas de Sorbas.

Adentrándonos en ella somos más conscientes del paso del tiempo y de la importancia de cada año, lustro, década o siglo; una historia más que palpable en las formaciones rocosas que recorren nuestra geografía dejando de lado el vértigo para dar a conocer la belleza de joyas geológicas conocidas internacionalmente como la Geoda de Pulpí o el Karst de los Yesos de Sorbas.

Pero nuestro camino no acaba ni empieza en el Levante, ni en el Poniente, ni siquiera lo hace en las frías y acogedoras localidades de la Alpujarra, cada rincón expone su encanto a través de actividades que cada año atraen a más personas. Lejos del azul cristalino del mar y de localidades costeras de blancas fachadas, el interior de la provincia ha encontrado en el turismo activo una forma de darse a conocer sin límites, adaptándose a las necesidades y gustos de cada visitante, todo ello, bajo la certeza de estar caminando por un paraje mágico con castaños centenarios o senderos de agua.

Geoda gigante de Pulpí.

Los Filabres, Sierra Alhamilla, Sierra Nevada, Sierra de María-Los Vélez o Sierra Cabrera ofrecen la posibilidad de pasear por sus bosques o conocer la historia de sus antepasados y del desarrollo económico y social de Almería a través del recorrido del agua, que sigue siendo uno de los atractivos de estas localidades, junto a la tranquilidad que rodea sus calles.

Vía Verde de Serón.

También lo fue el ferrocarril, principal motor del desarrollo económico y social de la provincia de Almería a través de la exportación de productos como la vid y, por supuesto, por su destacado papel en la minería. Para dar a conocer ese pasado se han creado vías verdes, ideales para los amantes de la naturaleza y de la historia.

De fácil acceso, las caminatas por la Vía Verde del Almanzora o el Tramo de Hierro en su paso por Serón se hacen de forma amena y didáctica a través del recorrido por resquicios que rememoran el pasado de sectores económicos que contribuyeron al desarrollo de la provincia de Almería.

La magia reside en los bosques

Las 3.000 horas de sol al año que recorren cada año los 9.000 kilómetros de la provincia de Almería se han convertido también en protagonistas de los meses de otoño e invierno en los municipios y localidades de interior. Es un factor diferencial que hace que la marca ‘Costa de Almería’, de la Diputación de Almería, sea sinónimo de destino de calidad.

De esta forma, los rayos de luz que se cuelan entre las ramas de los árboles o que calientan las copas de los pinos más frondosos dejando de lado el frío del amanecer contribuyen a crear la magia, que nace y reside en los bosques de Almería.

Senderismo en Bayárcal, Alpujarra, Parque Nacional de Sierra Nevada.

Lo hace en las alturas con parajes naturales y montañas con El Chullo como espectador privilegiado y que, durante los meses más fríos, colabora en crear belleza a través del blanco inmaculado de la nieve que se posa en sus faldas.

Los aventureros que se lanzan a pasar el día en las alturas pueden disfrutar de actividades como esquí, travesía o escalada o dedicarse a pasear por sus senderos, escondidos en los rincones más indómitos de la alta montaña.

Puerto de La Ragua, donde puede practicarse esquí de fondo.

Tras ellos, la acogida de municipios como Laujar de Andarax o Bayárcal y de sus espacios de ocio, como la tirolina que recorre el valle desde las alturas, forman parte del encanto de rutas que nunca dejan de sorprender.

Entre el verde y marrón de la montaña se puede disfrutar de conocidos y transitados senderos que tienen como seña de identidad esa magia como la de la Hidroeléctrica o Monterrey o la ruta del Castañar en Paterna del Río.

En este sentido, las áreas recreativas se han convertido en un punto ineludible del trayecto, siendo algunas de las más conocidas la de Castala, situada en la provincia de Berja, desde donde es posible compartir un aperitivo y momentos inolvidables, que forman ya parte del imaginario de cientos de almerienses.

Una mirada al pasado más antiguo de Almería

El recorrido a pie por Almería también es una forma de mirar al pasado más antiguo, a los orígenes que son causantes de que hoy la provincia y sus parajes naturales luzcan de forma tan majestuosa.

Yacimiento romano de Ciavieja en El Ejido.

Épocas pasadas han dejado su impronta en la Almería de hoy y es posible conocerlos desde la perspectiva de yacimientos como Los Millares, Terrera Ventura o Ciavieja en El Ejido.

Pintura de la Cueva de los Letreros en la comarca de Los Vélez.

Además, los primeros habitantes de Almería también dejaron su firma en pinturas rupestres que es posible ver y visitar en las cuevas de Ambrosio y Los Letreros.

A todo ello se une una auténtica travesía por la cultura argárica de la que la localidad de Antas es embajadora y que ha logrado dar a conocer a través de actividades para todos los públicos que se suman al Centro de Interpretación de El Argar, las casas argáricas y el yacimiento del Argar. Todas ellas constituyen una auténtica mirilla al pasado de la localidad y en la que es posible adentrarse a través de recreaciones históricas, pero también por medio de visitas guiadas que ayudan a comprender cómo era el día a día de los almerienses hace miles de años.

Toda la familia puede ser partícipe de este recorrido por la historia de Almería, ya que las actividades están adaptadas también a los más pequeños de la casa, haciendo un recorrido ameno y divertido a la par que didáctico.

Es por ello, además, que muchos centros educativos se han lanzado a visitar algunos de estos espacios durante el curso escolar, mostrando al futuro de Almería un pasado que nos hace ser quiénes somos mediante charlas, talleres y divertidos juegos.

Senderistas en Calar Alto, una de cumbres de Almería desde la que se divisa toda la provincia.

Almería a través del paladar

Una de las grandes joyas de la provincia de Almería es su gastronomía, que mezcla tradición e innovación para cautivar a los paladares más exigentes y de la que los almerienses presumen desde cualquier rincón del mundo y a través de la marca gourmet de la Diputación Provincial de Almería, ‘Sabores Almería’.

A cualquier hora del día, la gastronomía almeriense es única en el mundo, capaz de atrapar desde el desayuno y hasta la noche, pasando por los aperitivos y las bebidas.

Recorrer a la provincia a través del paladar es pasear por su historia y visitar su presente. Almería se muestra sin reparos a través de platos y recetas que se han transmitido de generación en generación y que forma parte de los meses más fríos del año, casi tanto como la bajada de temperaturas o el cambio de armario.

Alcazaba vista de el Cerro de San Cristóbal en la capital de Almería. Foto de Irene Capel. Asociación de Amigos de la Alcazaba

Se trata de platos humeantes como las migas, el trigo o los gurullos, pero también de dulces típicos como los mantecados de Fondón, que no pueden faltar en la mesa cada año por Navidad.

La gastronomía almeriense también nos habla de su presente y de la importancia de un sector como el agroalimentario del que Almería puede lucir orgullosa el título de líder. Así, la gastronomía verde internacional se ha fijado en establecimientos y chefs almerienses, que han logrado transmitir a través del sabor de sus platos el trabajo y el esfuerzo de productores y empresas, uniendo esfuerzos.

Y todo ello gracias a materias primas de kilómetro cero como la gamba roja de Garrucha, que hacen que sabor de la provincia llegue a cualquier parte de mundo.