El catedrático de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada (UGR) Nicolás Olea Serrano ha participado en la investigación “Salud de Plástico”, realizada por la Fundación Rezero y Zero WasteEurope, para concienciar de los peligros de las sustancias químicas asociadas al envasado de alimentos.
En esta investigación se han encontrado en el cuerpo humano gran número de sustancias químicas peligrosas asociadas al envasado de alimentos. Así, sus responsables piden acciones contundentes para garantizar envases sostenibles y seguros que protejan adecuadamente tanto el medio ambiente como la salud humana.
La Fundación para la Prevención de Residuos y el Consumo Responsable (Fundación Rezero) es una entidad privada, independiente y sin ánimo de lucro que promueve acciones y políticas que permitan avanzar hacia la cultura de la reducción, la reutilización y el aprovechamiento de los residuos como recursos, herramientas importantes para un nuevo modelo de consumo basado en los principios del residuo / emisión cero.
La investigación ha analizado muestras de orina de 52 participantes para detectar la presencia de sustancias químicas comúnmente utilizadas en envases de plástico para alimentos (de un solo uso), es decir, ftalatos y fenoles, y asociadas a enfermedades como el cáncer y enfermedades cardiovasculares, además de afectar el sistema inmunológico y reproductivo.
“La basura y el cáncer están muy relacionados. Hoy morirán en España 320 personas por cáncer y se diagnosticarán 800 casos más. Pues bien, el 95% de estos casos estarán ligados con nuestros hábitos y exposiciones, muchas de ellas relacionadas con los plásticos, y no con nuestro ADN”, señala el profesor Nicolás Olea.
De las 28 sustancias químicas analizadas en este estudio, se encontró un promedio de 20,5 sustancias químicasen las muestras (con un rango de 18 a 23 sustancias químicas encontradas). Esta nueva investigación ha sido realizada por la Fundación Rezero junto con Zero Waste Europe, con participantes de Bélgica, Bulgaria, Letonia, Portugal, Eslovenia y España. El laboratorio donde se enviaron las muestras fue el Norwegian Institute of Public Health, y los resultados fueron analizados por el Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mediques in Barcelona (IMIM).
Los 52 participantes son personalidades políticas, artistas, chefs, periodistas y otras figuras públicas. En el caso de España, en el estudio han participado Carme Ruscalleda (chef internacional), Macaco (músico y productor), Rubén Sierra-La Pegatina (músico), Miquel Barceló (pintor internacional), el catedrático de la UGR Nicolás Olea, la doctora en Medicina y Cirugía Elena Carreras, la antropóloga Yayo Herrero o el biólogo marino Manu San Félix, entre otros.
Esta investigación se suma a un creciente preocupación científica que prueba que las personas están expuestas constantemente a sustancias químicas peligrosas a través de envases de alimentos de un solo uso, especialmente plástico, y vincula esta exposición a una serie de enfermedades.
“Una vez más, estamos viendo que la salud pública no está protegida adecuadamente frente estas sustancias tóxicas. No podemos seguir manteniendo a la ciudadanía al margen de los impactos de lo que compran y consumen. Esto debe ser abordado urgentemente por los gobiernos y los productores de envases y embalajes”, apunta Rosa García, directora de Rezero.
En marzo, un grupo de científicos de renombre publicó una Declaración de Consenso que alarmó sobre los miles de productos químicos utilizados en los envases de alimentos y otros tipos de materiales en contacto con los alimentos. La declaración destaca que, dada la capacidad de estos productos químicos (muchos de los cuales son peligrosos) a migrar del envase al alimento,su uso continuo está poniendo en riesgo la salud humana. Como reacción a la declaración, más de230 ONG de todo el mundo firmaron una Declaración de Preocupación en la que pedían a los responsables de la toma de decisiones que tomaran medidas urgentes.
A principios de este año, la Comisión Europea se comprometió a proponer una revisión de la legislación de la UE sobre materiales en contacto con alimentos para fines de 2022. La legislación actual está desactualizada, es insuficiente e inadecuada, y se reconoce ampliamente que está fallando en su trabajo de proteger la salud humana en toda Europa.
En paralelo, la fundación Rezero, en un contexto de reforma de la Ley española de Residuos exige al Gobierno que:
– Incorpore medidas y recursos para que los productos de consumo no contengan sustancias ni aditivos perjudiciales para la salud humana ni los ecosistemas.
– Penalice inmediatamente los plásticos de usar y tirar, tanto por el mal que causan al medio ambiente como por el daño que le hacen a nuestra salud.
– Garantice a la ciudadanía el acceso a los envases reutilizables en los comercios y supermercados. Por lo tanto, tiene que establecer cuotas mínimas y obligar a los distribuidoresa implantar circuitos de reutilización y sistemas de retorno (SDDR).
– Priorice la investigación y la transparencia para que todos tengamos la información sobre la composición del plástico que entra en el mercado.