El deseo sexual se define como el interés en la actividad sexual, ya sea en solitario o con otra persona. El Laboratorio de Sexualidad Humana de la Universidad de Granada ha estudiado el deseo sexual solitario, que lleva la masturbación, y lo asocia a otras dimensiones del funcionamiento sexual como la excitación sexual, el orgasmo o la satisfacción sexual. Han descubierto diferencias entre la experiencia del orgasmo en hombres y mueres, y también quiénes la viven más intensamente.
Óscar Cervilla, Eva Jiménez-Antón, Ana Álvarez-Muelas, Pablo Mangas, Reina Granados y Juan Carlos Sierra, llevaron a cabo una investigación, publicada en la revista Healthcare, que se centra en la relación del deseo sexual solitario con la experiencia subjetiva del orgasmo y la excitación sexual en el contexto de la masturbación en solitario.
En un primer estudio, realizado con 2.406 adultos de la población general española, examinaron la relación entre el deseo sexual solitario y la experiencia subjetiva del orgasmo obtenido mediante la masturbación y, en un segundo estudio, llevado a cabo con 41 jóvenes, se interesaron por su asociación con la excitación sexual experimentada en un contexto de laboratorio ante estímulos visuales que mostraban a personas masturbándose.
Quiénes viven más intensamente el orgasmo en solitario
Los resultados indicaron que mientras los hombres informaban de más deseo sexual solitario, las mujeres tenían experiencias subjetivas del orgasmo mediante la masturbación más intensas. Se observó que el deseo sexual solitario se asoció de manera significativa con la experiencia subjetiva del orgasmo y la excitación sexual en el contexto de la masturbación. Específicamente, las personas que informaron niveles más altos de deseo sexual solitario también indicaron niveles más altos de excitación sexual y una experiencia subjetiva del orgasmo más intensa durante la masturbación.
Esta investigación concluye que el deseo sexual solitario es un factor importante a considerar al abordar la experiencia subjetiva del orgasmo y la excitación sexual en el contexto de la masturbación. Los hallazgos sugieren que el deseo sexual solitario puede ser un predictor significativo de la experiencia subjetiva del orgasmo y de la excitación sexual en este contexto, lo que puede tener implicaciones importantes para el tratamiento de las disfunciones sexuales y la mejora de la salud sexual.