Cada año mueren en España 4.000 personas como consecuencia de infecciones provocadas por bacterias resistentes a los antibióticos
Expertos de la Universidad Europea advierten del impacto que supone para la salud pública el abuso de los antibióticos y las resistencias que generan en el sistema inmunológico
Como cada 18 de noviembre, se celebra el Día Europeo para su uso prudente con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de que este tipo de fármacos mantengan su eficacia para las generaciones venideras
Los antibióticos supusieron uno de los mayores avances de la medicina, pero su abuso o uso inadecuado a lo largo de las décadas, ha provocado el desarrollo de microorganismos que ya no se pueden combatir con ellos y exigen tratamientos cada vez más complejos. “Tomar antibióticos para tratar resfriados y otras enfermedades víricas no resulta eficaz y, además, puede contribuir a crear bacterias más difíciles de matar”, según advierte Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología de la Universidad Europea de Valencia, a la hora de destacar los errores más comunes en que suele incurrir la población. “Los antibióticos tienen pautas muy precisas de administración, que se deben respetar para que resulten efectivos e impedir que se reactive la infección. Aunque podamos sentirnos mejor, no se debe interrumpir el tratamiento a no ser que aparezcan efectos adversos y así lo indique el médico, como tampoco debemos automedicarnos bajo ningún concepto ni compartir antibióticos con otras personas”, recomienda.
Entre las patologías más graves figuran la meningitis, la tuberculosis y muchas infecciones respiratorias y cutáneas. La experta alerta del impacto en la salud pública del desarrollo de nuevas resistencias, “lo que conlleva costes muy elevados en términos de morbimortalidad y gastos en la atención sanitaria”. Por eso insiste en la necesidad de evitar la prescripción innecesaria de antibióticos y limitar por ley su venta sin receta en las farmacias.
De cara al 18 de noviembre, Día Europeo para su uso prudente, Guillem aboga no sólo por la importancia de concienciar a la sociedad sino también de promover la investigación de terapias alternativas: “A fecha de hoy, la mayoría de esas nuevas terapias son sólo de uso preventivo y están llamadas a complementar los antibióticos convencionales, no a sustituirlos.
Sin embargo, tenemos otra forma de ayudar a nuestro sistema inmunitario, que es reforzándolo a través del mantenimiento de un estilo de vida saludable para combatir las infecciones de forma natural, además de cumplir con las pautas de higiene como lavarse las manos con regularidad, y estar al día con las vacunas recomendadas por las autoridades sanitarias”.
El último informe publicado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) en noviembre de 2022, indica que más de 35 000 personas mueren cada año en la Unión Europea a causa de infecciones resistentes a los antibióticos; 4.000 de ellas en España. Según este organismo, el impacto en la salud pública de la resistencia a ellos ya es comparable al de la gripe, la tuberculosis y el VIH/SIDA juntos.