Las vacaciones son sinónimo de restauración del bienestar tras una época prolongada de estrés, ya que la falta de horarios y rutinas, nos permite disminuir el nivel de ansiedad al que estamos sometidos. Por esto, volver al trabajo supone una alteración de la realidad que puede traer consigo el llamado síndrome postvacacional, una dificultad extra en la adaptación a la rutina laboral.
Los profesionales de HLA Mediterráneo, concienciados por lo que supone la reincorporación de las tareas profesionales, ofrecen una serie de claves para llevar mejor esta incorporación al puesto de trabajo. Por ello, entre otras cuestiones, dedican la mesa saludable de septiembre a la vuelta a la normalidad tras las vacaciones, aconsejando sobre la mejor manera de afrontar la depresión postvacacional y ajustar la vida a esta nueva etapa, tanto en adultos como en los niños.
El síndrome postvacacional en adultos y niños
“Este síndrome postvacacional puede desencadenar un cuadro de malestar físico con cansancio, palpitaciones, cefalea, aumento de la sudoración, de las frecuencias cardíacas y respiratorias, falta de apetito y de sueño, y hasta sufrir molestias musculares y digestivas”, apunta Silvana Morra, internista del hospital almeriense. Por su parte, la doctora Adela Cis, pediatra y cardióloga infantil del centro afirma que “no resulta raro observar en los niños síntomas similares de los que sufren los adultos, ya que estos también sufren estrés post-vacacional”.
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud no ha reconocido este malestar como tal, los profesionales recomiendan consultar a un médico si la sintomatología se alarga mucho tiempo.
Consejos para superar el “mal de muchos…”
La doctora Morra también aconseja “reintegrarse paulatinamente a los horarios habituales y con energía, comenzando por las tareas más gratas siendo preferible tener una actitud positiva ante el mundo laboral y un espíritu colaborador con el resto de los compañeros”.
En el caso de los niños, la pediatra recomienda a los padres ir modificando de forma gradual los horarios de los más pequeños las semanas previas al inicio de la vuelta al cole, hacerlos participar en la preparación de materiales y mostrar confianza en nuevos propósitos (si termina antes las tareas, tendrá más tiempo libre para disfrutar). Además, la doctora Cis afirma que “el aprendizaje de una rutina de horarios y tareas ayuda al niño en una conducta más disciplinada. Pero debe existir margen de flexibilidad para adaptarlas y permitirle tener momentos de descanso y placer”.
Vuelta a la rutina, vuelta a la vida sana
Para mejorar los síntomas del síndrome postvacacional también es bueno retomar las actividades y costumbres. Ello suele ir asociado a una mejora de alimentación, más propia de la que llevamos la mayor parte del año, haciendo comidas más esquematizadas y acordes a nuestras necesidades.
“Es conveniente aprovechar la nevera vacía que nos solemos encontrar al llegar a casa después de las vacaciones, para hacer una compra saludable y bien planificada” especifica la nutricionista Malen Dobarro, quien añade que “es necesario programar las comidas principales que vamos a realizar durante la semana, porque de esta manera, evitamos caer en alimentos procesados al no tener los ingredientes necesarios para hacer un buen plato de comida”.
La doctora Morra recomienda “seguir una alimentación sana, rica en verduras y frutas repartida en 5 comidas al día, manteniendo una buena hidratación, y empezar el día con un vaso de agua después de una noche en ayunas.”
La importancia de buenos hábitos
Asimismo, para combatir el síndrome postvacacional es importante volver a retomar otros hábitos saludables como dormir 8 horas y acostarse siempre a la misma hora, ya que “descansar bien conlleva un buen rendimiento cognitivo, buena agilidad mental y mayor creatividad, tanto en los pequeños como mayores” afirma la doctora Cis.
A este consejo, la internista del hospital suma la práctica de ejercicio físico, ya que “está demostrado que realizar deporte de forma regular contribuye a mantenernos sanos y prevenir enfermedades, además de ayudarnos a liberar endorfinas, las responsables de sentirnos felices, a la vez que moderar el consumo de alcohol, tabaco y cafeína para evitar males mayores”.
Por último, los profesionales coinciden en que “hay que tener paciencia, ya que el síndrome postvacacional es pasajero y los síntomas desparecerán con el tiempo, con buena predisposición y con la ayuda de los consejos anteriores”.