La violencia contra la mujer es un problema mundial acuciante que, a todos los problemas que plantea contra la vida y dignidad de las mujeres que lo sufren, añade una más en el ámbito de la salud, según ha determinado ahora un estudio desarrollado por los investigadores de la UGR, Loreto Mendoza Huertas, Nicolás Mendoza –ambos del departamento de Obstetricia y Ginecología, y Débora Godoy Izquierdo, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico.
El estudio determina que la violencia se asoció a más y peores síntomas de la menopausia (sofocos, insomnio, etc.) y a una peor calidad de vida. De hecho, las mujeres expuestas a la violencia llegaron a la menopausia aproximadamente 20 meses antes que las mujeres de un grupo control sin maltrato. Además, más de un 20,7% de las mujeres dque sufrieron violencia de género desarrollaron una insuficiencia ovárica prematura (en otras palabras, menopausia precoz), una tasa muy por encima del grupo control y de la población general.
La investigación se ha realizado con mujeres víctimas de violencia psicológica y económica. El 75% declaró haber sufrido violencia física, el 57,1%, violencia sexual, y casi un 40% todos los tipos de violencia. Los antecedentes en las mujeres víctimas empeoran los síntomas, las condiciones físicas y la salud sexual y psicológica después de la menopausia.
Por lo tanto, expican los investigadores, “es fundamental considerar estos antecedentes como parte de nuestra práctica clínica habitual a la hora de tratar a mujeres menopáusicas con síntomas excesivos y advertir de los riesgos generales para la salud a largo plazo a los que se enfrentan todas las mujeres que han sufrido un episodio de violencia de género a lo largo de su vida”. Es una evidencia, añaden, que “la violencia contra las mujeres no depende de ellas, sino que se ceba con ellas. Les afecta en muchos ámbitos y, uno de ellos, es claramente y para mal su salud sexual, reproductiva y general”.
Su influencia en la salud de las mujeres durante la menopausia ha sido subestimada hasta ahora y especialmente su impacto en el inicio de la menopausia y en la exacerbación de sus síntomas, que son hechos importantes porque resultan en gran medida determinantes de la calidad de vida durante este periodo.
Este trabajo, titulado Impacto de la violencia contra la mujer en la calidad de vida y los trastornos relacionados con la menopausia,ha sido publicado en la revista más importante de menopausia en el ámbito internacional, Maturitas y forma parte del estudio HIMEM ((Hormonal Impacto Mujeres Españolas Maltratadas). Se trata de un estudio transversal en mujeres de cualquier edad que hayan sufrido violencia contra la mujer en algún momento de su vida, ya sea psicológica, económica, sexual o física. Un resultado aplastante de la investigación, afirman los investigadores, es que esta violencia afecta a todas las mujeres por igual, independientemente de su edad, condición, origen social o educación.
El trabajo ha analizado a 29 mujeres posmenopáusicas que habían sufrido violencia por parte de su pareja o expareja a lo largo de su vida, dando su consentimiento a que sus historias y sus datos médicos y psicológicos se visibilicen.