“Creo no equivocarme si digo que siempre quiso ser profesor, en el más amplio sentido de la palabra”. Esta afirmación realizada al final del libro Pedro Molina Buendía: una vida al servicio de la Universidad por Alberto Tárraga, resume a modo de corolario la vida de quien fue profesor de la Universidad de Murcia durante más de 40 años.
El libro será presentado el próximo martes día 20 a las 12:30 pm en el salón de actos Hermanegildo Lumeras de Castro, facultad de Química, Campus de Espinardo, y está editado por el Servicio de Publicaciones de la UMU. Los profesores Alberto Tárraga Tomás y Antonio Arques Adame son su autor y coordinador respectivamente.
El acto estará presidido por el Rector José Luján, y en él participarán Pedro Lozano, decano de la facultad de Química, Alberto Tárraga, autor del libro y catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Murcia, e Inmaculada Cartagena Travesedo, directora del Departamento de Química Orgánica de la UMU.
Dos veces vicerrector
La publicación contiene aportaciones de amigos, colegas y compañeros de la gestión universitaria que desarrolló en diversos momentos, que compartieron con él parte de su largo periplo universitario en la UMU, su centro de trabajo durante más de cuatro décadas. El volumen glosa y recuerda el trayecto vital, académico, docente, investigador y como gestor de Pedro Molina Buendía, resumiendo en 120 páginas una vida dedicada a la Universidad de Murcia.
Vicerrector en los primeros 80 y los últimos 90, dentro de los equipos de José Antonio Lozano y Juan Monreal respectivamente, es recordado por el primero como “callado, eficaz, firme en sus convicciones y, sobre todo, leal, muy leal. Contar con él como colaborador era como tener un seguro de confianza permanente”, comenta el ex rector, que asegura que su labor como vicerrector de Campus en los primeros 80, fue “una pieza esencial en la modernización de la Universidad de Murcia”.
En términos similares se expresa el ex rector Juan Monreal que asegura que, como vicerrector de Investigación, durante su período (1994-98), la labor de Pedro Molina “contribuyó a que la Universidad de Murcia se dotara, por una parte, de más infraestructuras de investigación y, por otra, favoreció el incremento de la actividad investigadora haciéndola más competitiva, tanto en el ámbito nacional como internacional”.
El Decano de la facultad de Química Pedro Lozano, por su parte, asegura en otro escrito incluido en la publicación que “A lo largo de más de cuarenta años dedicados a la Química Orgánica, el profesor Molina consolidó importantes líneas de investigación en su Departamento, que en su natural devenir se transformaron en nuevos grupos de investigación, y que han permitido consolidar la posición de dicho Departamento como un referente nacional e intehrnacional”.
El libro cuenta con un amplio repertorio de fotografías que nos recuerdan algunos de los jalones profesionales y no pocos aspectos del ámbito más íntimo y familiar de Pedro Molina, así como momentos compartidos con amigos y otras fotos anecdóticas y entrañables que recuerdan el lado más personal y cercano de este docente e investigador, incluyendo, asimismo, un resumen de la gran actividad investigadora y de su carrera científica, unas labores que, en palabras de Alberto Tárraga, permitieron situar a la UMU, por primera vez en su historia “en el mapa mundial de la Química Orgánica”.