La Universidad de Málaga y la Diputación de Málaga han vuelto a firmar el protocolo que cada cuatro años refrenda la colaboración entre ambas instituciones para llevar a cabo actuaciones conjuntas para el desarrollo de la provincia de Málaga en distintas materias, como proyectos, investigaciones, programas de fomento de empleo y emprendimiento, turismo, igualdad de género, innovación social, cultura, cooperación internacional, deporte, y seguridad y emergencias, entre otras.
El presidente de la Diputación, Francisco Salado, ha recibido en su despacho al rector de la UMA, Teodomiro López, donde han renovado el protocolo general de actuación entre la Diputación y la Universidad, cuyo origen data de 2012.
Durante su intervención el rector ha incidido en que “la Universidad de Málaga es la casa del conocimiento y el conocimiento tiene que estar al servicio de la provincia”. “La vocación de la Universidad pública es estar con la provincia, que retorne el talento de nuevo a los municipios, que sientan el conocimiento y el motor de la Universidad”, ha añadido. A partir de ahora, ha explicado, se identificarán los puntos más importantes para abordar las necesidades en las que la Universidad pueda aportar el conocimiento y viceversa.
Por su parte, el presidente de la Diputación que manifestado que “nuestra relación con la Universidad de Málaga es histórica, pues se remonta a su fundación y la cesión de terrenos e instalaciones; y desde hace doce años viene siendo uno de nuestros aliados para llevar a cabo proyectos e iniciativas que redunden en el desarrollo de las potencialidades socioeconómicas de la provincia, tal y como hacemos con otras instituciones”. “La Universidad es la fuente de creación de talento y de conocimiento que necesitamos para abordar los retos de la provincia de Málaga y los programas de Diputación, y que mejor que ellos para que nos guíen en el camino”, ha añadido.
El presidente ha hecho referencia a la cooperación entre instituciones, por un lado y la colaboración público-privada, como partes “imprescindibles en nuestra estrategia”, así como ha puesto de manifiesto el talento que hay entre los jóvenes que gracias a este convenio se puede aprovechar en la lucha contra la despoblación. De hecho, ha recordado algunos hitos de este convenio, de los cuales algunos se basan en el aprovechamiento del talento emergente.
Uno de ellos es el Plan de Primera Oportunidad, que facilita a los egresados de la UMA el acceso al mercado laboral. Un plan que nació en 2016 y que cuenta con un 80% de inserción laboral y 451 jóvenes universitarios contratados desde entonces.
Por otra parte, los Premios Terra Málaga, con 3.750 euros en cada edición, que por tercer año consecutivo reconoce el talento y el esfuerzo de los universitarios. Se apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación, premiando desde tesis doctorales hasta trabajos de fin de grado que sean sostenibles e innovadores, relacionados con el desarrollo social y económico de los territorios, preferentemente, los que tienen menos de 20.000 habitantes.
En esta línea, también generan mucha expectación los Premios Spin Off, con los que premiamos a las empresas innovadoras creadas por universitarios, que además su última edición destaca porque han estado lideradas por mujeres. Diez proyectos han sido galardonados recientemente con premios entre 3.000 y 3.500 euros.
Asimismo, el protocolo de colaboración contempla las prácticas de los universitarios en las distintas delegaciones de la Diputación de Málaga. Desde 2012 han pasado 704 estudiantes, que han realizado sus prácticas remuneradas por un período de 6 meses.
Otros proyectos conjuntos son: la elaboración del primer banco de datos para prevenir el suicidio; fomentar la transferencia desde la Universidad a través de los grupos de desarrollo rural; Málaga Destino, un programa de reactivación económica del turismo malagueño y fidelización del turista mediante un carné con el que obtener descuentos en el sector servicios o el foro Tecnosocial, un gran congreso internacional profesional y académico donde se abordó el pasado mes de marzo los avances tecnológicos en la atención a los más vulnerables, donde se reunieron más de 500 profesionales y 35 expositores.
También destacan las colaboraciones en materia de turismo, de impulso del sector agroalimentario, de igualdad de género, innovación social, cultura, cooperación internacional, deporte y seguridad y emergencias. Y en temas medioambientales, como el estudio sobre el litoral o las medusas.