La Universidad de Málaga ha celebrado hoy el Día Mundial de Concienciación del Autismo, una efeméride que busca visibilizar este trastorno neurobiológico, que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no para de crecer, con una prevalencia actual de un caso por cada 100 nacimientos.
El investigador del Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga Francisco Guerrero lleva más de 30 años dedicado al estudio de esta diversidad, que, tal y como señala, solo entre 2013 y 2015 ha aumentado más de un 30 por ciento.
Profesor de Educación Inclusiva, aborda el autismo desde un punto de vista positivo, resaltando el valor enriquecedor que las singularidades de las personas con TEA –Trastorno del Espectro Autista- aportan a la sociedad.
“Las personas neuroatípicas tienen tal grado de talentos y capacidades que actualmente no existe en el mundo ningún test capaz de medir hasta donde pueden llegar las competencias cognitivas de algunas de estas personas”, afirma Guerrero, quien destaca también sus habilidades perceptivas especiales para hacer, por ejemplo, cálculos mentales o su increíble memoria fotográfica.
“Un niño con autismo es capaz de reproducir un puzle con solo ver la imagen un minuto”, asegura este profesor de la UMA. En este sentido, destacan, los llamados ‘genios autistas’ entre los que se encuentran Kim Peek, estudiado por la NASA debido a su inabarcable capacidad para memorizarlo todo, Temple Grandin, la mayor experta del mundo en el diseño de granjas para animales, Daniel Tammett, capaz de hacer complejos cálculos matemáticos y aprender idiomas de forma extraordinaria o Grigori Perelman, uno de los grandes cerebros del siglo XXI.
Dificultades en el lenguaje y en las interacciones sociales, organización obsesiva o movimientos continuos y repetitivos son algunas de las características típicas de este trastorno, cuyo problema principal se encuentra en los problemas que tienen a la hora de desarrollar lo que se denomina “Teoría de la Mente”-la capacidad para comprender los estados mentales y las intenciones de otras personas-.
“Los autistas interpretan la realidad a través de un diccionario mental. Son seres visuales, aprenden por imágenes”, explica el experto, que defiende la educación como clave para “ordenar su mente” y para su inclusión social.
Inclusión por derecho
Defensor de la inclusión, que como él mismo señala no es una opción sino un derecho desde 2008 firmado por las Naciones Unidas y la UNESCO, desde la Universidad forma a sus estudiantes, futuros maestros y psicopedagogos, a tratar la diversidad de forma adecuada.
En sus clases, más allá de la programación reglada, organiza visitas a centros y asociaciones de personas con autismo, promueve el voluntariado entre sus alumnos y trabaja con programas de intervención como las pictolibretas o la terapia asistida con animales.
“Los estudiantes están cada vez más preparados y motivados y tienen un mayor grado de sensibilidad hacia la diversidad, una mayor competencia cognitiva”, señala.
Además, Guerrero dirige tesis doctorales para avanzar en el estudio del autismo y ha publicado artículos y libros relacionados con el trastorno. Forma parte del grupo de investigación ‘IDEI’, Innovación y Desarrollo Educativo Inclusivo.
UMA Convive
La Universidad de Málaga cuenta desde 2015 con la Oficina de Atención a la Diversidad ‘UMA Convive’ que se dirige a orientar y atender al alumnado universitario con diversidad funcional y/o dificultades en el aprendizaje.
La UMA fue la primera universidad pública española a la que se le reconoció con un sello Bequal, por su labor en materia de discapacidad, convirtiéndose en referente para el resto de instituciones.
Cada año entran en la Universidad de Málaga unos 70 estudiantes con diversidad.