La Universidad de Almería (UAL) cuenta con un nuevo Defensor Universitario. Se trata de Bernardo Claros, que viene a sustituir la labor que ha llevado en los últimos años Juan Sebastián. Claros Molina ha sido elegido con el 80 por ciento de los votos a favor del Claustro y un 20 por ciento de abstenciones.
El Defensor Universitario es el comisionado del Claustro para velar por los derechos y las libertades de todos los miembros de la comunidad universitaria, y es importante destacar que sus actuaciones, siempre dirigidas hacia la mejora de la calidad universitaria en todos sus ámbitos, no están sometidas a mandato imperativo de ninguna instancia universitaria y vendrán regidas por los principios de independencia y autonomía.
Tas más de 30 años en la Universidad de Almería, y cuatro en Granada como vicedecano, director de secretariado y de investigación, Claros afronta esta nueva etapa en su trayectoria profesional, tras haber pasado por innumerables puestos que abarcan desde la presidencia de la primera Junta de Personal de la UAL hasta distintas direcciones de secretariado. Una experiencia que cubre todos los sectores de la universidad.
Arropado y empujado por buena parte de la comunidad universitaria, la presentación de su candidatura ha sido dar un nuevo paso en su trayectoria. “Muchas personas me han planteado que tenía un perfil adecuado para el puesto y eso me hizo plantearme la candidatura. Además, hay una segunda razón: después de tantos años de experiencia conozco en profundidad la Universidad de Almería y para el puesto se requiere el conocimiento de todos los estamentos universitarios. Y, además, creo que tengo un perfil personal de relativa concordia en el trato personal con la gente. También, cuento con la experiencia de muchos compañeros y compañeras que han querido aportar ideas y proyectos. Por lo cual, he entendido que puedo ayudar a hacer una defensoría que realmente sea la que la Universidad necesita”, ha explicado.
Bernardo Claros se muestra agradecido al Claustro de la UAL por confiar en él esta responsabilidad. “En esta etapa no estaré solo ya que mi intención es convertir al defensor en una figura lo más alejada posible del protagonismo personal. Me acompaña como Defensora adjunta la profesora Diana Jiménez Rodríguez, del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina, Enfermera, Antropóloga y doctora en Ciencias Sociales y de la Salud. Además, se ha formado en habilidades socioemocionales y es especialista en el acompañamiento al duelo y las relaciones difíciles. Junto a ambos se constituirá próximamente un consejo asesor compuesto por seis miembros de la comunidad universitaria, en representación de los tres sectores, que será nombrado en breve”.
Para el nuevo Defensor Universitario asumir este cargo supone “una grandísima responsabilidad y un reto interesante porque vamos a retomar la línea que venía haciendo el anterior Defensor, pero queremos añadir más elementos. Queremos trabajar la prevención, la corresponsabilidad y la atención continuada a los miembros de la comunidad universitaria. Desde el principio quiero poner el foco en la mejora de la convivencia y las relaciones interpersonales y me comprometo personalmente con el fomento de una cultura organizativa basada en el respeto y el cuidado, como guía de las relaciones personales de toda nuestra comunidad universitaria. Queremos trabajar mucho la mejora de la relación entre los distintos colectivos y dentro de cada uno, mejorar las relaciones entre sus miembros”.