La Universidad de Almería (UAL) acoge el evento que marcará el futuro de la educación científica. Se trata de la escuela doctoral ESERA, que cada año se celebra en una universidad europea, y que por segunda vez en sus 21 ediciones vuelve a España, después del encuentro de Barcelona en 1996. La reunión ha sido organizada por tres grupos de investigación de la Universidad de Almería, el Sensociencia, la Universidad de Málaga, el ENCIC, y la Universidad de Jaén, el emocionaSTEM, siguiendo a Oxford, Udine o Utrech.

En esta reunión participan 49 estudiantes de 21 países de varios continentes, seleccionados de entre un total de 200 solicitudes. Consiste en una semana de intercambio sobre los avances de sus tesis doctorales, orientados por 14 mentores también seleccionados de entre los más prestigiosos investigadores de Didáctica de las Ciencias Experimentales.
La apertura de la cita almeriense ha corrido a cargo de Enrique de Amo, director de la Escuela Internacional de Doctorado, Rut Jiménez, desde Sensociencia y como cabeza visible de la organización, Digna Couso, en representación de ESERA, como en representación de la UMA ha estado Ángel Blanco y de la UJA lo ha hecho Marta Romero. Igualmente ha contado con José Ignacio López-Gay, director del Centro de Documentación Europea de la UAL, Manuel Rodríguez, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación, y Antonio Giménez, director de la OTRI/OTC.
Enrique de Amo ha valorado que es “un contexto muy importante para la UAL”, ya que acoge estos días “a personas de una veintena de países, lo que da pleno sentido a la palabra universidad, lo hace universal”. Ha destacado que “los contenidos de esta actividad tienen que ver fundamentalmente con el ámbito de la educación y desde esa perspectiva el momento actual nos plantea retos enormes: estamos viendo que nuestra sociedad está muy tensionada y esto nos tiene que ayudar a saber hacer del conocimiento un modelo de diálogo para la convivencia”. Por ello, ha deseado que ESERA cree una situación mejor “con toda esta gente joven que participa”. De hecho, su repercusión se debe a que se trata de una red global de investigadores y a su influencia en la educación científica, ya que las publicaciones y conferencias que promueve generan investigaciones clave que influyen en políticas y prácticas educativas.
Rut Jiménez ha hablado de “orgullo” para definir el logro de que la Universidad de Almería, la de Málaga y la de Jaén hayan conseguido “tener aquí esta escuela de verano de ESERA”. Lo ha explicado en datos. “Traer a catorce mentores de un alto impacto a nivel mundial, al mismo tiempo que a 49 estudiantes de doctorado, que serán referentes mundiales de aquí a unos pocos años, o sea, que serán el alto impacto del futuro cercano, es de una enorme importancia”. En definitiva, ha resumido lo que supone este evento en reunir “el presente de la didáctica de las Ciencias Experimentales junto con el futuro de la didáctica de las Ciencias Experimentales”, añadiendo que “traerlo a Almería es ponernos en el mapa de Europa y del mundo”. Será también todo un escaparate “de la buena investigación que se hace desde aquí en favor de la mejora de la educación científica”.

Digna Couso ha recordado que “esta Summer School es un evento realmente importante”, poniendo en valor lo que supone para la Universidad de Almería: “Es un evento competitivo, es decir, que esta sede tuvo que competir con otras y fue escogida entre ellas, y desde ESERA estuvimos muy contentos de que Almería se postulase como candidata junto a Málaga y Jaén, porque la suya era una candidatura fuerte”. Además, ha destacado que “traer aquí a toda la juventud, toda la semilla de jóvenes estudiantes de doctorado, que van a ser los que van a producir la investigación que necesitamos en cómo enseñar, en cómo atender a la educación científica, tanto de nuestro país como a nivel internacional, es trascendental”. Ha ido aún más lejos en la relevancia de que UAL, UMA y UJA lo hayan conseguido: “Hacía mucho tiempo que no se venía a España”.
Ángel Blanco ha agradecido a la Universidad de Almería el contar con la Universidad de Málaga para la organización del evento: “Nos sentimos muy orgullosos de poder contribuir a esta actividad, que es de las más importantes y necesarias en el ámbito europeo, ya que de alguna manera estamos preparando y cuidando a la nueva generación de investigadores en didáctica de la ciencia y así poner el futuro en buenas manos”. Marta Romero ha reflexionado que “el mundo hoy en día lo que más necesita es el intercambio de perspectivas multiculturales y de conocimiento, y foros compartidos de discusión y de reflexión”, recordando que este evento es clave: “Ofrece la oportunidad a representantes de 21 países de discutir las ‘investigaciones frontera’ en dos de los grandes pilares a los que mira el planeta para afrontar los actuales retos, como son la ciencia y la educación”.
Por su parte, Manolo Rodríguez ha expresado que “para la Facultad de Ciencia y Educación es un lujo poder participar y colaborar en estas jornadas”, mostrándose seguro de que “serán un éxito en la formación del alumnado, los futuros maestros y profesores del mañana, sobre la evidencia científica”. En iguales términos ha hablado José Ignacio López-Gay: “Para el Centro de Documentación Europea de la Universidad de Almería es una satisfacción que por fin haya llegado la realización del ESERA Doctoral School 2025, sabiendo que detrás hay un trabajo muy profesional por parte del Grupo Sensociencia de la UAL y de las universidades de Málaga y Jaén”. El centro que dirige ha incluido en el programa del evento “a alguien de mucha relevancia en la UE, la jefa de Unidad de Educación Superior, que será un gran broche de oro a una semana de trabajo excelente de todos los participantes”.

Antonio Giménez ha dado las gracias “a Rut Jiménez y a todo su equipo de trabajo” por “la buena organización que están teniendo en este evento tan relevante”, que ha considerado “un reto bastante alto para la formación de doctorandos, que van a ser quienes formarán a las futuras generaciones”. Hablando de retos, “los nuevos son tecnológicos, con los que parece que la formación básica no es tan importante porque precisamente esas tecnologías nos van a resolver todos los problemas, y no es así”. En ese sentido, ha querido dejar claro que “necesitamos de buenos profesores que formen a estas nuevas generaciones a tener juicio crítico y analítico para saber discernir entre qué se puede considerar bueno y cómo lo podemos usar, y qué no”.